“Pasó en cancha de Boca Juniors y pasó ante Cerro Porteño, los dos equipos brasileños”, reclama a viva voz el técnico de Universidad Católica, Gustavo Poyet. Segundos antes, en el duelo que midió a su elenco frente Palmeiras, el juez Andrés Motante, de Uruguay, sancionaba una discutida mano de Germán Lanaro. El balón, antes golpear la mano, cambió su dirección tras chocar en el muslo. El gol le valió al cuadro Paulista para cerrar la victoria.
Lo cierto es que la decisión del VAR lo puso en la mira de todos. Primero, de los dirigentes del club cruzado, que no escondieron su malestar. “Impresentables”, tuiteó de entrada el presidente Juan Tagle. “Noche injusta de fútbol. Definitivamente merecimos más. Nos llegaron una vez y nos marcan con un penal inexistente. Eso si, fallamos en la concreción de las múltiples oportunidades. Habrá que ir a pelearla a Brasil y ahora a enfocarse en el clásico”, agregó en un modo más reflexivo. Felipe Correa, director de Cruzados, también dejó en claro su molestia: ”No será mucho @CONMEBOL @Libertadores”, puso en su cuenta de Twitter.
La queja en cancha de Poyet, que luego reafirmó en la conferencia de prensa, en la que acusó que el VAR “está perdiendo la lógica, haciendo el fútbol antipasional”, y que el reglamento de las manos no está claro para nadie, pone a la comisión de árbitro de la Conmebol en la mira. Más cuando durante estos dos últimos días se han sancionado a cinco árbitros por su desempeño, en los duelos que los resultados han terminado favoreciendo a los elencos brasileños, tal como lo reclama el DT cruzado.
Los primeros jueces en ser suspendidos fueron Andrés Rojas, juez central colombiano, y Derlis López, árbitro VAR paraguayo, tras anular un gol legítimo a Boca Juniors, en la igualdad sin goles frente al Atlético Mineiro, en Buenos Aires.
Más tarde, aparecieron jueces chilenos dentro del castigo. César Deischler y Eduardo Gamboa quedarán suspendidos por un tiempo indeterminado en las competiciones organizadas por el ente rector del fútbol sudamericano, luego de los errores que cometieron en el duelo entre Cerro Porteño y Fluminense, por la Copa Libertadores, en sus funciones en el VAR. Los brasileños terminaron imponiéndose por 0-2. También se le sumó el juez de línea, el argentino Julio Fernández.
Los errores de los jueces han creado un clima tenso entre los clubes de la competición. A tal nivel, que Cerro Porteño presentó una solicitud para que el duelo se repitiese. Cabe mencionar que el gol anulado al elenco guaraní se produjo en el minuto 42, cuando el marcador seguía sin goles.
Históricos de Paraguay como José Luis Chilavert se sumaron a los cuestionamientos. Puso todas sus miradas contra el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. “Hay que escrachar al traidor del fútbol paraguayo y sus secuaces,los equipos paraguayos se merecen respeto,fuerza a todos los amantes del fútbol.Mi solidaridad con el pueblo azulgrana, lo de ayer fue el robo más grande de la historia en un torneo internacional”, dijo en sus redes sociales.
En el caso de los árbitros chilenos, la decisión no pasó inadvertida para la ANFP. El jefe de la comisión Jorge Osorio asumía que el castigo que se le vendría a sus delegados sería fuerte por la gravedad del error. Este martes, en la reunión que tiene semanalmente con Milad y parte del directorio de Quilín, entregará detalles pues el tema será conversado. De momento, no se replicará el castigo en el torneo nacional, por lo que la sanción solo será para eventos internacionales.