Arturo Vidal, con papel y lápiz en mano, armando una lista de pros y contras, enumerando razones para quedarse en el FC Barcelona y razones para irse. Desde hace tiempo ya que el paso del volante chileno por el club catalán se puede ilustrar con esta escena imaginaria. Días en que es elogiado como un guerrero insustituible y días en que es un jugador desechable, la moneda de cambio en el mercado de fichajes.
No es fácil el escenario del Rey Arturo y en medio de todo eso, su excompañero (y quizás próximo compañero) en la Juventus, Giorgio Chiellini, hizo confesiones que no dejaron bien parado al futbolista chileno. El capitán y líder del camarín de la Vecchia Signora, quien prepara un libro de memorias, habló de la relación de Vidal con alcohol y fiesta.
“El futbolista no es un diablo ni un santo. La distinción que debe hacerse es entre verdaderos y falsos. Alguien como Vidal a veces salía y bebía más de lo necesario. Todos lo saben, se podría decir que el alcohol era su punto débil”, contó el defensa a SOS Fanta.
“El gran Arturo no se presentaba al entrenamiento un par de veces al año, o algunas veces llegaba bastante alegre, por así decirlo. No ha podido superarlo y creo que se ha convertido en una fortaleza para él”, expresó Chiellini, quien intentó matizar sus dichos elogiando al Rey. “Conte (Antonio, el técnico de la Juve) no veía la hora de que Vidal se rindiera para sacarlo del equipo y darle un castigo ejemplar... Salía y bebía más de lo que debía; llevábamos diez minutos de entrenamiento y todavía parecía borracho, pero al término del entrenamiento corría como loco y le sacaba 20 metros de ventaja a sus compañeros en cada pique. ¿Qué puedes decirle a una persona así, que además de traerle alegría al grupo es un líder, un combativo y un gran campeón?”.
Se quiere ir
Aparte de que le gusta la ciudad y que ya no es tan sencillo mover a toda su familia (llegó casado a Barcelona y hoy está separado, pero sus hijos viven cerca de él), desde el círculo cercano del futbolista aportan otros dos motivos fuertes para que Vidal desee continuar en Barcelona. Primero, la muy buena relación que forjó con Lionel Messi y Luis Suárez; segundo, su convicción de que en el Barça, a esta altura de su carrera, es donde tiene las mejores opciones de ganar una Champions.
Dejando todo eso de lado, deportivamente Vidal no es feliz en su equipo. No le gusta convivir con un rol tan secundario. La llegada de Quique Setién al banco, en un comienzo, significó un segundo tiempo distinto, pero el chileno nunca dejó ser alguien prescindible.
Todo esto ya terminó aburriendo al volante. Fuentes muy estrechas al jugador aseguran que Vidal ya se resignó y que quiere escapar del elenco blaugrana. Lo habló con su representante, Fernando Felicevich, quien le dijo que sí o sí lo saca del club. La dirigencia catalana, según distintas publicaciones en España, ya lo ofreció a Inter de Milán (por Lautaro Martínez), Juventus (por Miralem Pjanić) o Bayer Leverkusen (a cambio de Kai Havertz).
La inactividad le permitió a Vidal meditar su caso. Lo que quiere es sentirse valorado y, en ese sentido, un telefonazo del mismo Antonio Conte, director técnico del Inter y exadiestrador del Rey en la Juventus, reforzó su deseo. El entrenador le transmitió sus ganas de volver a dirigirlo, en señal de que en tierras lombardas sí será bien considerado. El King tiene contrato con el Barça hasta el 30 de junio de 2021. La dirigencia culé ya tasó su pase en US$ 20 millones. Un precio menor, que se quiere utilizar para conseguir un futbolista de mayor valor.