Sevilla tiene las herramientas para disminuir el ímpetu del Betis. Ambos protagonistas del máximo derbi andaluz llegaban con realidades diferente, pero el equipo de Manuel Pellegrini no encontró los caminos para salir del 1-1 que se firmó en el Benito Villamarín.

Y es que el Sevilla es una verdadera pesadilla para el entrenador chileno. Desde que tomó el control de los béticos, en julio de 2020, nunca había podido vencer al clásico rival por LaLiga con un saldo de tres derrotas y cinco empates.

La única alegría fue en la Copa del Rey de la temporada 2021-’22, en el momento en que los verdiblancos eliminaron a su archirrival en los octavos de final, tras vencer 2-1 en partido único.

Por eso este partido revestía una importancia esencial para los béticos. No solo por los antecedentes, sino que una victoria les permitía alcanzar a la Real Sociedad en el sexto puesto de la clasificación, último cupo para la próxima Europa League.

Quizás, esa misma ansiedad marcó el juego de los dirigidos del Ingeniero en los primeros minutos. Isco se vio muy retrasado en la cancha y le hizo perder profundidad al equipo local.

Sin embargo, una pelota detenida permitió la primera clara del equipo de los chilenos. A los 5 minutos, un tiro de esquina encontró solo al volante Johnny Cardoso, quien erró por muy poco.

Pero la gran cantidad de faltas de ambos lados marcó un trámite muy trabado, con muchas interrupciones, que le hizo perder mucha fluidez en ambos lados de la cancha.

A los 23 minutos surge la primera polémica del partido. El argentino Lucas Ocampos anota para los visitantes, pero en clara posición de adelanto que advirtió el cuerpo arbitral y también el VAR.

Después de la media hora, el Betis se soltó un poco más. Comenzó a generar más peligro y logró más clara del duelo a los 34 minutos, cuando Sergio Ramos sacó desde la línea el remate de Pablo Fornals con arco desguarnecido.

Tres más tarde, el árbitro José María Sánchez advirtió una clara mano en el área del delantero sevillano belga Dodi Lukébakio. Isco tomó la pelota y abrió la cuenta a los 38 minutos con impecable remate que engañó completamente al meta noruego Orjan Nyland.

Nuevo empate

En el tiempo complementario, fue el cuadro nervionense el que intentó tomar la iniciativa en busca del empate. Adelantó las líneas para ejercer presión, pero defendió muy mal en el fondo.

A los 49 minutos, un largo pase de Miranda puso a correr al atacante bético Cédric Bakambu. Sin embargo, cuando iba solo, el delantero se desgarro en medio de la carrera y no pudo rematar. Tanto, que salió reemplazado de la cancha.

Instantes más tarde, los dirigidos de Pellegrini estuvieron muy cerca de aumentar las cifras. Ayoze Pérez ganó la espalda de sus marcadores, eludió al zaguero galo Loïc Badé y remató con fuerza, pero el meta Nyland estuvo increíble para sacar el balón al córner.

Pero el cuadro verdiblanco volvió a fallar en una pelota detenida. Un córner desde la izquierda que encontró sin marca a Kike Salas, quien cabeceó con fuerza por el 1-1, a los 56 minutos.

Momentos después el juez cobró en primera instancia un penal de Badé sobre Isco, por un golpe en la cara, pero el VAR sugirió el cobro al juez, quien entendió la circunstancia de la jugada.

Entonces el partido volvió a su inicio: mucha desprolijidad en la mitad de la cancha y muchos obstáculos de lado y lado para intentar una aproximación que marcara la diferencia.

A diez minutos del final, Nabil Fekir habilitó en el área a Isco, pero el remate del exjugador de Real Madrid fue repelido con mucha eficacia por el golero noruego del Sevilla.

Betis tenía más empuje, pero no podía romper el cerco de su archienemigo. Así y todo tuvo otra clara, a tres minutos del final, cuando un cabezazo de Abde dio en la parte de arriba del horizontal. Fue la última opción del Betis, que no logró descifrar a su rival y terminó cediendo puntos.

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