Uno de los grandes hitos de la Copa América que ganó Chile el 2015, fue la tarjeta verde dela Unicef. La misma que era repartida en cada uno de los partidos de la Roja y que invitaba al público a guardar respetuoso silencio, mientras se cantaba el himno patrio de los rivales de turno.
Cruzada exitosa que lamentablemente fue olvidada muy pronto en nuestro país y en el resto del continente, por lo que las pifias regresaron más temprano a las gradas de los diferentes recintos deportivos latinoamericanos.
Por lo mismo, durante esta semana, la hinchada oficial del combinado peruano -La Franja- lanzó una campaña para que este jueves sólo se escuchen las voces de Claudio Bravo y compañía, mientras la Canción Nacional se interpretada en el Nacional de Lima. “Estamos por jugar un nuevo partido con Chile en casa y lo ocurrido en las Clasificatorias pasadas no puede volver a suceder. Debemos respetar el himno de todas las selecciones sin excepción”, señaló uno de sus integrantes, Gabriel Barrio, al diario El Comercio.
Mientras tanto en las redes oficiales de la barra se puede leer que la idea de esta iniciativa “es generar un ambiente sin violencia” y dónde las y los fanáticos de cualquier club o país pueda asistir a los recintos deportivos sin el peligro de ser atacados o discriminados.
Idea que seguramente será aplaudida por la FIFA, pues están muy preocupados por el comportamiento del público en este camino a Qatar. De hecho, esta semana se conoció una advertencia que le mandó el ente rector a la ANFP por “insultos racistas” hacia la delegación brasileña que visitó este lado de la cordillera el mes pasado.
Tal como informó El Deportivo, la notificación generó preocupación en Quilín y se tomarán medidas de contingencia para que esto no vuelva a ocurrir en los duelos frente a Paraguay y Venezuela que se jugarán en San Carlos de Apoquindo (10 y 14 de octubre, respectivamente). Es que la directiva encabezada por Pablo Milad sabe que desde Zúrich no sólo puede llegar una reprimenda que signifique pagar una fuerte multa, también pueden castigar al equipo de Lasarte con duelos sin público y eso generaría una debacle en las finanzas de la ANFP.