Eliud Kipchoge, la leyenda del maratón que se detuvo en plena carrera para animar hasta el último corredor de París 2024
El keniata de 39 años, rey de la disciplina, no pudo lograr una histórica tercer medalla de oro consecutiva. Claudicó, pero se despidió de los Juegos Olímpicos entre la ovación del público y sus rivales.
Eliud Kipchoge tuvo su último baile en los Juegos Olímpicos. La leyenda del maratón buscaba su tercera medalla de oro en París 2024, pero no pudo ante la juventud de Tamirat Tola. El etíope se colgó el metal dorado y se convirtió en el cuarto campeón en la cita de los cinco anillos de su país, estableciendo un nuevo récord olímpico (2:06:32).
Así, consiguió su segunda presea tras el bronce obtenido en los 10 mil metros de Río 2016. La plata fue para el belga de origen somalí Bashir Abdi, mientras que el podio lo completó el keniano Benson Kipruto.
Pese a no poder consolidarse como el único en ganar tres veces la competencia (y de manera consecutiva), Kipchoge cerró una gloriosa etapa por todo lo alto. Sin el éxito deportivo, pero con el respeto universal.
El keniano de 39 años, por nombre, partía como el favorito. Su enorme imagen se llevó todos los focos antes y durante la prueba. Sin embargo, prontamente salieron a relucir las carencias propias de su edad. No estaba en las condiciones físicas óptimas y los problemas lumbares lo hicieron sufrir durante el recorrido.
La competencia en París, donde estuvieron los chilenos Carlos Díaz y Hugo Catrileo, estuvo marcada por la ausencia del keniano Kelvin Kiptum. A sus 24 años, era el heredero natural de Kipchoge tras arrebatarle el récord del mundo (2:00:35). Iba a ser una de las estrellas de París 2024, pero falleció trágicamente en un accidente de tránsito, el pasado 11 de febrero.
El retiro de una leyenda
Fue, probablemente, el maratón más duro de los últimos Juegos Olímpicos. El retiro de Kipchoge será una imagen para el recuerdo. El exigente circuito contó con ramas de hasta 13 por ciento de desnivel, pero con el atractivo de pasar por los sitios más turísticos de la capital francesa.
Tola se escapó pasado el kilómetro 25 y desde entonces fue en solitario. Kipchoge, en tanto, fue perdiendo posiciones con el pasar de la competencia. Ya no estaba en el grupo de avanzada. Así vino una de las imágenes más icónicas de la cita, que seguramente quedará plasmada en la historia.
El keniano se detuvo en el kilómetro 28. Ya sabía que era imposible rendir como a él estaba acostumbrado. Se puso a dialogar con un policía y siguió su trayecto a pie, caminando por el carril de seguridad, ante la mirada atónita de todos los espectadores. Llegó hasta el 31, donde se retiró oficialmente. Ahí esperó a cada uno de los atletas de la carrera. Entre la ovación del público, les dio muestras de apoyo para finalizar la competencia, del primero al último.
“Ha sido un día difícil. Esto es como el boxeo, puedes estar entrenando cinco meses para un combate y te noquean en dos segundos. Pero la vida continúa”, señaló Kipchoge tras la carrera.
El keniano fue tajante y aseguró que sufrió con dolores lumbares: “Fue mi peor maratón. Nunca había abandonado, pero así es la vida. Me dejaron KO, como a un boxeador. En el pasado gané, terminé segundo, décimo quinto y ahora abandono. Así son las cosas”, añadió.
Fueron los últimos Juegos de Kipchoge, pero no su última maratón. “Los otros participantes me animaron a continuar, pero les dije que no podía, que me dolía (la espalda). Sentí su afecto y su respeto. No sé cuál será mi futuro. Lo pensaré en los próximos tres meses. Quiero intentar seguir corriendo maratones”, sentenció.
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