Emma Raducanu rompe el silencio tras el angustiante momento que sufrió con un acosador en Dubái
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La tenista entró en pánico luego de ver en en primera fila a un hombre que tuvo "una conducta obsesiva" con ella en un área pública del certamen.
Emma Raducanu protagonizó una situación que conmocionó al mundo, en pleno WTA 1000 de Dubái. La tenista británica se detuvo en pleno encuentro contra Karolina Muchova y entró en un desconsolado llanto tras observar en las galerías a un hombre que un día antes la había acosado.
La situación ocurrió en un área pública y el individuo mostró “una conducta obsesiva” contra la deportista, que terminó perdiendo el partido contra la checa y quien no es primera vez que ha debido enfrentar graves situaciones de acoso en su carrera.
Es por ello que la WTA publicó un comunicado donde se prohíbe la asistencia del individuo en cualquier evento del circuito. “La seguridad de las jugadoras es nuestra máxima prioridad, y los torneos reciben consejos sobre las mejores prácticas seguridad para torneos deportivos internacionales. La WTA está trabajando con Emma y su equipo para asegurar su bienestar y darle el apoyo que necesite. Seguimos colaborando con los torneos y su seguridad y la de sus equipos en todo el mundo para mantener un ambiente seguro para los tenistas”, indicó la entidad.
Las palabras de Raducanu
Tras el partido, Raducanu rompió el silencio y se refirió a lo sucedido. “Gracias por los mensajes de apoyo. Fue una experiencia difícil la de ayer, pero estaré bien y orgullosa de cómo volví y competí a pesar de lo que pasó al principio del partido. Gracias a Karolína por ser una gran deportista y mucha suerte para ella durante el resto del torneo”, señaló en su cuenta de Instagram.
La británica también sufrió otro episodio de acoso. En enero de 2022, un sujeto identificado como Amrit Magar le robó un zapato a su padre y le dejó notas y regalos extraños. “Debido a esto, siento que me han arrebatado mi libertad. Estoy constantemente mirando por encima del hombro”, expresó.
En aquella ocasión, mostró su inquietud por lo que pudiese ocurrirle en el futuro. “No me siento segura en mi propia casa, que es donde debería sentirme más segura”. Magar fue declarado culpable por acoso y recibió una orden de restricción de cinco años, y recibió una sentencia de convivencia comunitaria de 18 meses.
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