La UC se pone a diez puntos: ¿se pierde la emoción en los torneos largos?

Recién comenzó la segunda rueda y Universidad Católica está a diez puntos de su escolta, Colo Colo. La ventaja es inédita en los campeonatos largos que se han disputado desde que el ganador se lleva tres puntos por la victoria. Para encontrar un antecedente parecido hay que remontarse a 2000. En ese año también se disputaron 30 fechas. Universidad de Chile, que terminó dando la vuelta olímpica, alcanzó la diferencia más alta en la 25ª jornada: 13 unidades. Los azules terminaron siendo campeones con nueve unidades de diferencia sobre los loínos.

La actual campaña cruzada vuelve a instalar la disyuntiva respecto de si se pierde la emoción en los torneos largos. La distancia que toma la escuadra de Gustavo Quinteros aún no es decisiva, pero resulta un obstáculo importante, por ejemplo, para Colo Colo, el que lo sigue en el escalafón, con 29 unidades. Eso, sin siquiera considerar el inestable momento futbolístico del equipo de Mario Salas ni la problablemente extensa ausencia de Jorge Valdivia por los insultos al juez Ángelo Hermosilla, quien dirigió el partido frente a O'Higgins.

Rubén Espinoza observa la disputa por el primer puesto con intereses cruzados. Fue campeón de América con Colo Colo, pero también celebró títulos con la UC, el club en el que se formó y en el que cerró su trayectoria a nivel local, antes de emigrar a Richmond Kickers, de Estados Unidos, donde se retiró. Fue parte del plantel estudiantil en 1984, pero habla con más propiedad de la conquista de 1987, en la que tuvo un rol mucho más preponderante. "Salimos campeones cuatro fechas antes", recuerda. En esa época, el ganador obtenía dos unidades, pero el fenómeno es similar al que se produce en el actual certamen.

El tomecino sopesa las distintas variables que incluye la discusión respecto del formato del torneo o de un campeón demasiado prematuro. "El campeonato largo premia la regularidad. En uno con playoffs tampoco se premia al mejor. Es más emocionante un torneo corto, pero no premia al mejor. Hay un montón de ejemplos. Incluso en algunos de los que se jugaron en el último tiempo en Chile se podía ser campeón siendo el mejor tercero", recuerda respecto de experiencias con diseños distintos.

Igualmente, sostiene que la ventaja cruzada está lejos de ser definitiva. "Puede ocurrir también lo del 94 y el 95, que le llevábamos diez puntos a la U y los campeones terminaron siendo ellos.  El campeonato no está decidido todavía. Es una ventaja, indudablemente, no tranquilizadora, pero le da márgenes. Católica ha sido más regular que Colo Colo, a excepción del partido de ayer, con Coquimbo. Ha sacado puntos afuera y eso ha marcado diferencias. Le sacó puntos a Huachipato y a Universidad de Concepción, dos salidas difíciles. Por ahí se explica, en parte la cómoda ventaja que tienen", insiste.

Espinoza valora las señales que ofrece Quinteros desde la banca. "El otro día leí una entrevista a Quinteros donde decía que la UC debía mantener la humildad y me parece correcto. La UC no debe confiarse. Fue después de que le ganaron a la U de Conce. Confiarse y perder la humildad, indudablemente, abre el riesgo. Yo sigo pensando que Colo Colo es peligroso. El fútbol tiene etapas, rachas. Malas, pero también buenas. El fútbol es de momentos. Católica ha tenido regularidad, pero aún no hay una diferencia matemática decidora y agrégale que queda el partido entre ellos. Católica ha sido el más regular a pesar de que no se le han visto momentos brillantes", analiza.

"Si cada fecha se pueden sacar puntos de ventaja, es mucho mejor. Tenemos para trabajar bastante en seguir manteniendo la solidez. El equipo sigue siendo sólido, pero el fútbol tiene muchas cosas que pueden suceder", dice Quinteros cuando termina el partido frente a Coquimbo Unido, en una muestra adicional de mesura en relación a la que alude Espinoza.

El manejo del momento actual y de los próximos resultará clave para el desenlace de la campaña estudiantil. "La exigencia es importante en el incentivo que tiene el deportista. La motivación está detrás de todo. Es clave la importancia del partido que viene. Normalmente en situaciones como ésta se fijan objetivos que van más allá del resultado final. Se evita estar pensando en el título. Se piensa en la forma de juego, en las variantes. Para generar la competitividad, los técnicos colocan y sacan jugadores. Es una de las herramientas a las que apelan", explica Enrique Aguayo, presidente de la Sociedad Chilena de Sicología del Deporte.

El caso de los cruzados, dice Aguayo, ofrece datos objetivos que obligan a mantener el exceso de confianza controlado. "Están jugando bien, sacando diferencias sobre los rivales directos. Es distinto cuando las distancias son más cortas. Bajo presión, las personas suelen rendir mejor que cuando hay menor presión. Por eso hay que generar la presión", explica el profesional.