Diego Godín intenta mantener la compostura durante la conferencia de prensa en la que le dijo adiós al Atlético de Madrid, pero no lo logra. El zaguero uruguayo jugará el domingo por última vez en casa con la camiseta rojiblanca que viste desde la temporada 2010-11. La lució en 387 encuentros, marcó 27 goles y consiguió ocho títulos: una liga, una copa, una Supercopa de España, dos Europa League y tres Supercopa de Europa. Con méritos de sobra, parte de los colchoneros convertido en leyenda. Y se emociona cuando advierte que está viviendo sus últimas horas en los colchoneros antes de partir al Inter de Milán.
"Soy un hincha más, por el respeto a la afición, el cariño que me ha dado estos años. Para mí esto no es solamente un club, es una familia, una forma de vivir, ha sido mi casa, y es difícil despedirse de la casa de uno. Aquí estoy para agradecer y para recordar todos estos años bonitos que hemos vivido", declaró, evidentemente emocionado. Al punto de que en un momento de la conferencia que se desarrolló en el estadio Wanda Metropolitano no pudo más y dejó fluir las lágrimas.
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Godín no estaba solo. Lo acompañaban gran parte de los jugadores del equipo rojiblanco, el cuerpo técnico encabezado por Diego Simeone, el presidente del club, Enrique Cerezo, y leyendas como Adelardo Rodríguez, el brasileño Luiz Pereira, el argentino Ramón 'Cacho' Heredia, Roberto Solozábal y Tomás Reñone, una muestra potente del carácter simbólico que adquirió su figura durante el transcurso de los años.
Los homenajes no cesarán. El club lo reconocerá ante sus hinchas en el partido frente al Sevilla, el último que disputará en el Wanda Metropolitano.
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