“Empecé a tomar a los 12 años, a los 23 ya estaba hecho pedazos”: la cruda historia Mauricio Cataldo, el autor del golazo de rabona a Johnny Herrera

mauricio cataldo

El ex volante destacó por el tanto que eliminó a Universidad de Chile del Torneo de Apertura y acceder a las semifinales de la competencia, en la temporada 2003.



Fue uno de los goles que marcó la definición del Torneo de Apertura de 2003 y se vivió en el duelo entre Universidad de Concepción y Universidad de Chile. Tras igualar 0-0 en la ida y empatar 3-3 en el duelo de vuelta, y por la inexistencia del gol de visitante como forma de definir al ganador, lo que correspondía era el gol de oro. Es decir, quien anotara primero se llevaría el paso a la siguiente ronda.

De esta forma, el reloj se paró en los cinco minutos y 33 segundos del tiempo suplementario. Todo gracias a la jugada de Mauricio Cataldo, jugador del Campanil quien segundos antes recuperó la pelota, anticipándose al cruce de Baltazar Astorga. Ya sin marca avanzó unos metros y tras ver quiénes estaban en el área cruzó el pie derecho por detrás de la pierna izquierda para golpear el balón con una rabona.

Tras el remate, Johnny Herrera intentó retroceder e ir en la búsqueda del balón, pero el tiro alto iba demasiado ajustado como para evitarlo, transformándose en un gol de oro espectacular.

Luego de este paso por el Campanil, que en dicho campeonato quedó eliminado en las semifinales contra Colo Colo, Cataldo continuó su carrera por Audax Italiano, Cobreloa, Unión Española y Unión San Felipe, entre otros, pero su vida nocturna le terminó pasando la cuenta.

Excesos

Todas las luces que se encendían dentro de la cancha se apagaban fuera de ella. Así, la pelota perdía el protagonismo y este pasaba al alcohol y las drogas.

“A temprana edad me querían en España, el Saint Gallen también se interesó, equipos mexicanos. Marcaba la diferencia con jugadas que no hacían los futbolistas chilenos, mi estilo era más parecido a los argentinos. Fuera de la cancha no tenía mucha personalidad, pero dentro me transformaba. Tomando hasta el día antes del partido, era figura y marcaba goles, así que imagínate dónde pude haber llegado”, reconoció hace algunos años en diálogo con As Chile.

“Me pongo a pensar y digo que era un propósito de Dios que me pasaran todas estas cosas, para después aceptarlo a él. Imagínate si me hubiese ido a Europa no hubiese conocido a Jesucristo y no estaría trabajando con niños. ¡Qué me iban a importar si yo tengo millones! Me hubiese vencido la soberbia, no hubiese estado ni ahí con nada”, añadió.

Luego profundizó en los problemas que tuvo con el alcohol durante su juventus y carrera como futbolista profesional. “Empecé a tomar a los 12 años, a los 23 ya estaba hecho pedazos. Llegaba mal a entrenar, a veces le pedía al utilero que pusiera el sauna porque llegaba muerto de borracho y dejaba una hediondez terrible, pero como uno tenía la técnica, no le decían nada. La gente gozaba viéndome jugar, pero saliendo de la cancha era una persona llena de pena, con muchos problemas en el hogar y eso me agobiaba e hizo que me perdiera”, confesó.

Terminé en la calle. Nadie me quería. Andaba por todos lados drogándome, buscando droga, me regalaban unas tremendas bolsas de coca, fue terrible. Una vez me quedé dormido en la calle y desperté con mucho frío. Ahí decidí internarme en un centro cristiano. En ese momento cambió mi vida”, prosiguió.

Sobre el tanto marcado a la U, explicó que “en esos tiempos yo tomaba de lunes a viernes, entonces antes de entrenar me tomaba un litro de leche y me iba. ‘Nano’ Díaz no me quería, así que yo le pedía a Dios que me diera un gol maravilloso cuando tuviera la oportunidad. Al final me citan para ese partido y yo pensaba cómo hacer el gol, pero al final mi pensamiento no tenía nada que ver con el de Dios. El de él era anotar de rabona”, sostuvo.

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