Emprendimiento no tradicional: tienda ofrece borrar a Zaldivia de la camiseta de Colo Colo

Matías Zaldivia es, a falta de los trámites protocolares, uno de los nuevos jugadores de Universidad de Chile. Con su presencia, los laicos pretenden encontrar la solidez defensiva que han extrañado en las últimas temporadas, en las que han coqueteado peligrosamente con el descenso. También, por cierto, allegar experiencia para ir de lleno detrás de los ambiciosos objetivos que van de la mano de la llegada de Mauricio Pellegrino como nuevo entrenador.

Sin embargo, el arribo del central al conjunto estudiantil deja daños por partida doble. Por un lado, los fanáticos laicos, encabezados por Johnny Herrera, se resisten a recibir a una figura proveniente de Colo Colo, el archirrival, y lo empiezan a manifestar de todas las formas posibles. Primero lo hicieron a través de las redes sociales, que se colmaron de mensajes de rechazo. Ayer, pasaron definitivamente al plano físico, al punto de que uno de los portones del Centro Deportivo Azul, el lugar de entrenamientos que recibirá al defensor el 1 de enero, amaneció con un contundente rayado: “Llega Zaldivia y kemamos esta weá (sic)”.

Herrera fue, naturalmente, más cauto, pero igualmente expresivo. “Es una contratación innecesaria, problema gratis nuevamente. Se lesionó no sé cuántas veces, por último si vas a traer un jugador de otro equipo, trae uno que haya sido titular, que haya destacado, pero vas a traer un jugador desechado por tu archirrival. Creo que no es necesario, menos para cómo han sido las últimas experiencias”, planteó. Luego apuntó más allá de lo deportivo. “Aparte salió hablando contra la U, salió hablando de algunos cánticos. Creo que es una contratación absolutamente innecesaria”, reforzó.

Sin embargo, los seguidores estudiantiles no son los únicos lastimados en esta decisión. En la otra trinchera, los del Cacique, si bien partieron entendiendo la salida del defensor como resultado de la indiferencia de Blanco y Negro en cuanto a renovarle el contrato, y hasta históricos como Esteban Paredes salieron a criticar la determinación, ahora sienten que Zaldivia les clavó un puñal al irse al principal adversario. Y en ese contexto, también empiezan a tomar medidas. Una es tan radical como simbólica: eliminar de sus camisetas todo rastro del jugador formado en Arsenal de Sarandí.

Jorge Céspedes, dueño de La Tienda de Arellano, especializada en artículos vinculados al Cacique, ya se prepara para satisfacer la demanda. El pedido no es nuevo, considerando que ya tuvieron que realizarlo, por ejemplo, cuando Jean Beausejour dejó el Cacique para vincularse a la U. “Ya lo hicimos con otros jugadores. Nos pedían sacar el nombre y ahí depende de la dificultad. Ese servicio cuesta entre dos mil y tres mil pesos. Después viene lo del otro estampado, que cuesta entre tres y cuatro mil pesos. A veces conservaban el número. Un estampado completo, con nombre o número cuesta ocho mil pesos. Pero había gente que lo tachaba, que pedía una cruz. Y eso cuesta dos o tres mil pesos”, detalla.

El proceso tiene componentes físicos y químicos involucrados. “Para retirar el estampado se aplica un líquido especialmente formulado para ese efecto. Después, la prenda se plancha y, luego, se aplica el nuevo estampado, con una plancha de calor”, detalla Céspedes.