Christian Garin (22°) es campeón en Chile. Es el quinto ATP para el nacido en Arica, pero sin duda el más especial. Solo faltó el público en una semana donde el tenista nacional pasó por todas las emociones. El título lo levanta tras vencer a Facundo Bagnis (118°) por 6-4, 6-7(3) y 7-5. Después de 12 años un tenista nacional vuelve a ser el mejor del torneo criollo.
Al comienzo todo parejo, tensionado. Tanto el chileno como el argentino pujaban con ímpetu, buscando coronarse en la precordillera. Garin asumía la responsabilidad de ser campeón en su tierra, mientras que Bagnis se ilusionaba con levantar su primer trofeo ATP. Una lucha de estilos que en esos juegos iniciales no encontraba un favorito.
La mejor raqueta nacional se notaba complicada cuando no lograba los primeros servicios. Ahí Facundo producía más daño, respondiendo con altura y profundidad los segundos saques del chileno. Pese a eso el 22 del mundo resistía. Aceptaba con personalidad los puntos largos y los tiros intensos.
Los nervios no se disipaban en el primer parcial y Christian trataba de superar esas lagunas mentales con su servicio, uno que cuando llegaba le daba mucho oxígeno. Así sostuvo una situación de mucho riesgo en el dos a tres. Un juego que le dio tranquilidad a Garin, quien después salió con todo para quebrar.
Intención que se concretó tras un revés cruzado cuando Bagnis subía a la malla. Al asegurar el quiebre, el chileno soltó un grito que resonó fuerte en San Carlos. La mínima ventaja le sirvió para llevarse el primero. En un partido tan apretado como el de esta tarde, un punto hizo la diferencia. Cerró con un ace el set y asumió que el objetivo estaba cerca.
Con esa sensación saltó a la cancha en el segundo parcial. Apretó en todo momento y buscó agotar a su rival. No le daba descanso al argentino, quien en el uno iguales terminó por perder su servicio.
Algo que parecía que iba a alivianar la mente de Gago, pero que en la práctica no fue así. Irritado, peleó en varias oportunidades con el arbitro principal, reclamando pelotas y negando haber recibido instrucciones de su cuerpo técnico. La incomodidad de la final era mayor para el experimentado, algo que a la larga le costó el set.
Bagnis por su parte fue creciendo de forma silenciosa, pero contundente. Luchó y logró llevarse el parcial tras un tiebreak donde fue mejor. Gago se defendió en exceso en la definición y terminó perdiendo 3-7.
Los nervios evidentemente se agrandaron en el tercer set. Christian jugaba bien, pero fallaba en momentos claves. Cuando le exigían, respondía, pero increíblemente cuando tenía espacios fallaba. Algo que en la vereda de enfrente también se sentía. La falta de experiencia del argentino pesó cuando estaba dos a tres y entregó su servicio en un momento clave.
Como toda la tarde, esas pequeñas ventajas se evaporaron rápidamente. Garin tuvo para quedar 5-2, pero terminó perdiendo su servicio prácticamente solo. Un golpe del que se resintió el chileno, al igual que en el segundo la victoria se le escapaba con su saque.
La tensión se sentía en cada golpe de los jugadores. El margen se acotaba y con ello la presión aumentaba. Muchas dudas, malas caras y gritos de descontrol. Todo se dilataba y nadie podía siquiera respirar tranquilo. Garin tuvo la opción de cerrarlo cuando recibía 5-4, pero el argentino sostuvo. En el juego siguiente el nacional salvó dos puntos de quiebre.
Pero la historia estaba escrita para el chileno. Quebró en el 6-5 y gritó campeón en casa. La semana de ensueño terminaba con la copa entre sus brazos y con él en el piso celebrando. Fue su primer título como profesional en Chile, la resistencia se terminó en el más importante.
Gago declaró tras el partido y se mostró emocionado con el logro. “Es algo muy especial ganar en mi país. Desde que era pequeño venía a ver los partidos. Fue un partido muy difícil, eso me pone contento”.
Garin sale vivo de una batalla donde no solo jugó ante su rival, sino también ante sus ilusiones y presiones. Era el favorito y en muchos momentos luchó con eso. Finalmente su nivel y el tenis que lo ha llevado a ser una figura mundial prevalecieron. Levanta el título y escala al puesto 20 del ranking mundial. Ahora llegará crecido a su siguiente desafío, el Masters 1000 de Miami. Luego de sacarse la espina de 2020, ya se puede decir que en Chile manda Garin.