En contra de los pilotos y con Verstappen como férreo opositor: la FIA endurece los castigos por uso de lenguaje obsceno
El organismo presidido por Mohammed Ben Sulayem actualizó el Código Deportivo y ahora las sanciones serán más altas, tanto a nivel económico como deportivo. Las reincidencias incluso serán penadas con suspensiones y resta de puntos, pese a los cuestionamientos por parte de los conductores.
La FIA da un golpe sobre la mesa. A la entidad que rige a la Fórmula 1 poco le importo la polémica del año pasado. La Federación Internacional de Automovilismo vuelve a imponer una regla que tiene como principal detractor a una de sus máximas figuras: Max Verstappen.
El organismo busca eliminar definitivamente las groserías de los pilotos tanto en las radios como en las ruedas de prensa, por lo que realizó un nuevo cambió en el recientemente publicado Código Deportivo. Las sanciones son cada vez más duras para quienes usen un lenguaje obsceno. No solo hay castigos económicos, sino que también deportivos, con suspensiones y reducción de puntos, siendo esto último algo completamente inédito.
“El uso general de lenguaje (escrito o verbal), gestos y/o signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados o abusivos y que pueda esperarse o percibirse como groseros o maleducados, o que causen ofensa, humillación o sean inapropiados” será castigado, consigna el Código Deportivo. Por otra parte, también se añade cualquier tipo de agresión. “Agredir (codazos, patadas, puñetazos, golpes, etc.) e incitar a hacer cualquiera de las anteriores”, continúa.
Además, una de las medidas que más impactó es entorno a cualquier crítica hacia la FIA. “Cualquier palabra, hecho o escrito que haya causado daño moral o perjuicio a la FIA, a sus órganos, a sus miembros o a sus directivos, y más en general al interés del deporte automovilístico y a los valores defendidos por la FIA y por cualquier incitación pública a la violencia o al odio”.
Severos castigos
Las multas económicas aumentarán por cada infracción. En competiciones FIA, en primera instancia, será de 10 mil euros. Para la segunda será de 20 mil y de 30 mil para la tercera. No obstante, en la F1 las cifras aumentarán considerablemente. La sanción inicial será de 40 mil euros, mientras que la tercera instancia alcanzará los 100 mil de la divisa europea.
En caso de los castigos deportivos, estos también son severos. Si el piloto reincide, puede costarle una suspensión condicional de un mes. Si el piloto lo hace por tercera vez, el conductor podría perder puntos en el Mundial, aunque no está estipulada la cantidad.
Por otro lado, la FIA también rechaza que los pilotos muestren su ideología o alguna postura política. “La realización y exhibición general de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen de forma notable el principio general de neutralidad promovido por la FIA en virtud de sus estatutos, a menos que hayan sido previamente aprobados por escrito por la FIA en el caso de las competiciones internacionales, o por la Autoridad Deportiva Nacional (federaciones de cada país) correspondiente en el caso de las competiciones nacionales dentro de su jurisdicción”.
La pugna entre pilotos y la FIA
Durante la temporada pasada, Verstappen se encaró directamente con la FIA. El organismo lo sancionó tras el GP de Singapur por la utilización de un lenguaje soez. “Escucho a gente de mi círculo interno y no a gente que, bueno, no voy a usar la palabra porque seguro que me penalizan. Y parece que solo a mí me penalizan. Porque he escuchado palabrotas, aquí mismo, y solo se me penaliza a mí. Hay gente que me enerva un poco, pero no les presto atención, Estoy en un punto de mi carrera donde se lo que hago”, cuestionó.
El piloto hizo referencia a lo sucedido con Charles Leclerc, a quien también tuvo palabras de ese estilo en una conferencia. No obstante, el monegasco posteriormente también fue castigado con cuantiosas multas.
El peak de las tensiones ocurrió tras el GP de Azerbaiyán. Ahí, el piloto de 27 años aseguró que su monoplaza estaba en malas condiciones durante la clasificación. Sin embargo, su queja fue realizada con un lenguaje que la entidad consideró soez, por lo que también fue sancionado. Desde ese entonces, decidió boicotear las ruedas de prensa. Se mantuvo sobrio y su participación se redujo a lo mínimo, con respuestas concisas y cortantes. Eso sí, poco a poco fue soltándose nuevamente frente a los medios.
La relación entre los conductores y al FIA se quebró. De hecho, la Asociación de Pilotos de Fórmula 1 (Grand Prix Association) emitió un comunicado criticando las sanciones por el lenguaje, además de las peticiones hacia ellos de que se dejaran de comportar como “raperos”. Otra medida cuestionada fue la normativa de piercings y ropa interior. Por ende, los deportistas alzaron la voz en un comunicado titulado como: “Declaración de GPDA sobre la ‘mala conducta de los pilotos’”.
“Instamos al presidente de la FIA a que también tenga en cuenta su propio tono y lenguaje cuando hable con nuestros pilotos miembros, o incluso sobre ellos, ya sea en un foro público o de otro modo. Además, nuestros miembros son adultos y no necesitan recibir instrucciones a través de los medios de comunicación sobre cuestiones tan triviales como el uso de joyas y ropa interior”, señaló la agrupación en noviembre pasado, criticando a la entidad liderada por Mohammed Ben Sulayem.
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