El fútbol español es un verdadero polvorín. No dentro de la cancha, donde goza de una gran salud. Si no en las oficinas, después de que la policía española allanara la sede de la Real Federación Española de Fútbol.
En horas de la mañana de este miércoles, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española registró la sede del organismo. Todo en medio de la investigación por supuestos contratos irregulares.
El más importante, el acuerdo sobre presuntas comisiones que recibió la empresa de Gerard Piqué, Kosmos Global Holding, en las que tuvo participación el expresidente de la federación Luis Rubiales para llevar la Supercopa a Arabia Saudita.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda (Madrid) es el que comenzó a investigar el acuerdo e instruir la querella que, en mayo de 2022, presentó Miguel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España, Cenafe, contra Rubiales y Piqué.
Querella en la que Galán acusaba de delitos de corrupción en los negocios y administración desleal a cuenta de varios motivos, siendo el principal la comisión de 24 millones de euros (más de 26 millones de dólares) que ambos pactaron para Kosmos.
Pánico español
Situación que ha puesto en jaque al fútbol de ese país. España es una de las federaciones más importantes de la UEFA, pero sobre todo de la FIFA. Precisamente, el órgano con sede en Suiza fue uno de los primeros en reaccionar a lo sucedido después de la final del Mundial femenino, sancionando a Rubiales -tras el polémico beso con Jenni Hermoso- y separándolo de cualquier cargo directivo.
Según publica el diario Marca, el organismo de Zúrich está a la expectativa de lo que sucede en la querella interpuesta por Galán y las medidas que tomará la justicia ordinaria.
“Creen que es el momento de la Policía, de las investigaciones, pero de lo que no cabe ninguna duda es que no van a pasar por alto nada de lo sucedido”, publica el periódico con sede en Madrid.
Lo cierto es que cuando dirigentes de otras federaciones han sido detenidos o han tenido problemas judiciales, tanto la UEFA como FIFA han prescindido de los mismos directivos.
Rubiales, quien no pudo ser detenido ya que se encuentra en República Dominicana, ya estaba sancionado por el fútbol. Incluso, tras la salida del exjugador, España no tiene representante alguno en ninguna de las dos instituciones, lo que presagia un impacto menor.
“Por menos ya hemos apartado a otras federaciones”, señala una fuente de FIFA al mismo diario. En medio de un problema que ocurre a pocos meses de que la asamblea de la FIFA ratifique la candidatura española, marroquí y portuguesa para el Mundial 2030, en diciembre próximo.