Ashleigh Barty (1°) levanta su decimo título como profesional en el Miami Open, un torneo especial para la australiana, quien retiene la corona tras vencer a la canadiense Bianca Andreescu (9°) por 6-3, 4-0 y retiro. La número uno del mundo festeja. La joven ganadora del US Open 2019 vuelve a terminar un partido entre lagrimas, traicionada por su cuerpo.

Si a comienzos del torneo la prensa especulaba con las opciones de Naomi Osaka de asaltar nuevamente la cima del ranking WTA, la actual monarca se ha plantado fuerte para esfumar esos rumores. Barty, quien recién apareció en el circuito durante el Abierto de Australia tras estar casi un año sin jugar, aterrizó en Florida con el único objetivo de no ceder terreno ante la nipona. Miami es un torneo que conoce y donde se siente cómoda.

Al igual que en 2019 (la edición del año pasada fue suspendida por el coronavirus), la nacida en Ipswich desplegó un tenis contundente bajo el sol estadounidense, demostrando que cuando está a tope es muy difícil de superar. En 36 minutos se llevó el primero, superando sin apelaciones a la canadiense de 20 años.

Bianca intentó nivelar las acciones, pero siempre se encontró con la mejor versión de Barty. En esa búsqueda desesperada llegó su lesión en el tobillo. Un fuerte golpe obligó a la número nueve del mundo a recibir la atención médica, pero tras varios minutos intentando controlar el dolor, su cuerpo dijo basta.

En conferencia de prensa habló de la situación que le tocó vivir. “Mi entrenador me salvó de una lesión porque a veces me exijo más de la cuenta. Parar era la mejor decisión porque podía lesionarme, pese a que no quería hacerlo”, analizó la tenista.

Nuevamente las molestias obligan a Andreescu a detenerse. La grave lesión que tuvo en la rodilla a fines de 2019 y que la dejó casi un año fuera de las canchas, fue un recuerdo que de seguro pasó por la cabeza de la canadiense al momento de retirase de la final. De todas formas confía en volver a la gira de arcilla, aunque con el dolor de no haber podido levantar su tercer Masters 1000.

Por su parte Barty consigue abrochar su decimo título como profesional. Un golpe anímico importante para la líder del ranking, que ahora buscará levantar nuevamente el único Grand Slam que tiene a su haber, Roland Garros.

Ashleigh tiene el trofeo en sus manos, saboreando el título y acallando los rumores de que había perdido terreno. Nuevamente ha demostrado que cuando está bien tiene mucho por decir. La pelea por el número uno sigue abierta, pero Barty lleva la ventaja.