Si el 18 de septiembre es una fecha especial para los chilenos, para Lionel Messi algo de especial debe tener también. No por el recuerdo a nuestro país, responsable de dos de los principales dolores de cabeza que ha sufrido en el transcurso de su exitosa trayectoria, sino por dos momentos mágicos y coincidentes que ayudan de forma notable a construir el mito en que se ha transformado su carrera.
El recuerdo une alguna variables: además de Messi, los involucrados son el Barcelona, la Champions League y el fútbol neerlandés. Este año, por cierto, se disputará la primera versión del torneo continental sin el argentino ni Cristiano Ronaldo, su archirrival, en alguna de las escuadras que la juegan.
Calcados
Para encontrar tal nivel de precisión en la búsqueda hay que ser, necesariamente, un devoto de la carrera del transandino y de su obra. La cuenta @Messismo cumple perfectamente con ese requisito. Es precisamente ella la que da cuenta de la hazaña que realizó Messi en dos partidos disputados el 18 de septiembre... con cinco años de diferencia.
Ambos terminaron con triunfos para el Barcelona. Y en ambos casos, frente a equipos de los Países Bajos. Por añadidura, los más poderosos y populares del país: el primero fue en 2013, en el debut de los azulgranas en la Champions League, frente al Ajax, en el Camp Nou. El segundo, en 2018, también en el estreno de los culés en la máxima competición de clubes en el fútbol europeos, ante el otro gigante de esa nación: el PSV.
En ambos duelos, el Barça se impuso por 4-0. Y en cada uno de ellos Messi se hizo acreedor del balón con que se disputó el compromiso, al anotar tres tantos.
Más todavía
Si ese balance resulta llamativo, hay dos datos más que cierran un círculo que ya adquiere características de escalofriante: en ambos casos, el primer tanto del transandino se produjo en la etapa inicial. Y ambos fueron conseguidos a través de tiros libres magistralmente ejecutados, uno de los sellos de la carrera de la actual figura del Inter Miami, de la MLS estadounidense.
¿Algo más? Claro. En ambos casos, la faena del transandino se cerró con un doblete en la etapa de complemento, una muestra más de esas situaciones que solo su inagotable capacidad puede producir.