La Selección llega a Estados Unidos. En un par de horas, Ricardo Gareca desplegará a la Roja en la primera práctica en suelo estadounidense. Aunque aún no se podrán obtener conclusiones de cara al debut frente a Perú, el estratega de la Roja aprovechará la sesión para que los futbolistas estiren las piernas y empiecen a acostumbrarse al calor en Texas, donde se instalaron para esperar el choque ante la escuadra de Jorge Fossati.
La tranquilidad de una llegada que marchaba dentro de lo previsible la marcó Erick Pulgar. El volante del Flamengo fue quien más demoró en la realización de los trámites migratorios, lo que generó inquietud en la delegación.
La explicación
El antofagastino pasó unos 40 minutos en el servicio de migraciones. A nivel oficial, no hubo explicación para la tardanza. A nivel periodístico, sí. Según se informó en TNT Sports, la entrevista que habitualmente se les realiza a quienes ingresan a Estados Unidos, que suele tardar apenas un par de minutos, en el caso del nortino se alargó más de la cuenta.
Lo que no ha quedado suficientemente claro, al menos hasta ahora, son los motivos que llevaron a los oficiales a tomarle a Pulgar una declaración más amplia que la que habían rendido, por ejemplo, sus compañeros de delegación.
En el cumplimiento del trámite, el volante del Flamengo estuvo permanentemente acompañado por Marko Biskupovic, el gerente de las selecciones nacionales. Pasado el percance, Pulgar pudo, finalmente, completar su ingreso e incorporarse al resto de sus compañeros.
El volante es una pieza clave para Gareca, en una posición también importante en el campo de juego. En la Roja esperan que en su condición de referente del equipo más popular de Brasil se transforme en un soporte para el equilibrio de la escuadra nacional. El anterior paso del volante por Estados Unidos con la Roja fue feliz: Pulgar es uno de los miembros del actual listado que participó en la inolvidable campaña que culminó con la obtención de la Copa América Centenario, en 2016, bajo la dirección técnica de Juan Antonio Pizzi.