En la UC defienden el cambio al pasto: “No hay evidencia científica de que jugar en cancha sintética de alta tecnología provoque más lesiones”
El presidente de Cruzados Juan Tagle y el gerente deportivo de la UC José María Buljubasich resaltaron los puntos positivos de la nueva superficie que tendrá el remodelado estadio San Carlos de Apoquindo.
En Universidad Católica han tomado una importante decisión de cara a la remodelación de San Carlos de Apoquindo. Desde Cruzados han señalado que la nueva superficie de la cancha del recinto deportivo será de pasto sintético.
Si bien la decisión ha causado algunas reacciones negativas, en la concesionaria defienden su postura basando este cambio a la experiencia que pudieron conocer en los últimos meses, visitando distintos recintos que ya poseen esta tecnología.
Por lo mismo, el presidente de Cruzados Juan Tagle y el gerente deportivo José María Buljubasich tomaron la palabra este martes para explicar qué los motivó a escoger el nuevo terreno de juego.
“Es una decisión crucial porque estamos hablando del terreno de juego de un estadio de fútbol”, comenzó señalando el mandamás de los franjeados.
“Somos un club de fútbol y el fútbol es lo principal. Esa ha sido la primera consideración desde el primer momento. Hoy estamos muy contentos después de este proceso. Lo primero es decir lo deportivo. En el tema deportivo buscamos fundamentar por razones climáticas, por razones de uso, que el plantel se acostumbre a jugar en un terreno de esta calidad”, añadió a continuación.
Luego indicó que la búsqueda de esta superficie se viene analizando desde el inicio del proyecto de remodelación del San Carlos de Apoquindo. “El 2017 fuimos a jugar con Paranaense y fue la primera experiencia en la que recurrimos a una cancha de esa tecnología. Coincide con el tiempo que estaba comenzando a trabajarse el proyecto de este estadio”, explicó.
“Después se hizo este trabajo muy largo y llegamos a esta conclusión. Esperamos que nuestros jugadores estén acostumbrados a jugar siempre con las mismas condiciones. Segundo, acá tenemos un déficit de canchas. Esperamos que no sea ocupado una vez a la semana como lo sería en una cancha de pasto natural. Queremos que se use por el fútbol femenino y juveniles, además de otros equipos como lo era antes”, complementó.
Además, precisó que “este estadio ha sido diseñado con la sustentabilidad como centro. Esperamos un ahorro del consumo del agua. En San Carlos de Apoquindo se ha transformado en un elemento crítico. Implica un ahorro en el consumo del agua muy relevante. Lo deportivo y lo sustentable han sido elementos fundamentales en esta decisión. Aquí no se está pensando en un recinto que va a recibir muchos recitales. No van a ser tantos eventos durante el año”.
“Buscamos educar en lo que es esta decisión. Nosotros sabíamos que iban a surgir críticas. En el inconsciente chileno hay una percepción negativa de las canchas de pasto sintético y por eso planeamos esto con tiempo. En el fútbol todos pueden opinar, pero sí buscamos poder informar adecuadamente de que en Chile no hay nada cercano a esta superficie, que hay clubes importantes que han optado por esto en Brasil. Equipos que han tenido, coincidencia o no, buenos desempeños”, concluyó Tagle.
Reuniendo experiencias
Por su parte, José María Buljubasich, profundizó en el recorrido, puesta a prueba y recopilación de información que recogió antes de que se decidiera pasar del pasto natural al artificial.
“Ya teníamos la experiencia de Paranaense donde algunos jugadores no hicieron ningún comentario por la superficie, nos pasó lo mismo con Palmeiras. Así que a partir de ahí había que hacer las averiguaciones pertinentes. Hablamos con algunos jugadores que habían vuelto a jugar al Paranaense y nos hablaron muy bien de la superficie. Hablamos con doctores. El directorio tuvo reuniones donde nos explicaron todo lo que conlleva”, informó el exportero.
“Estuvimos con la gente de Botafogo. Nos contaron que estaban muy contentos con la cancha. Los jugadores también nos decían que los visitantes los felicitaban por la cancha. Cuando volvimos quedamos bastante convencidos de que era una muy buena opción”, agregó.
También defendió este cambio, pensando en los cambios que traerá el nuevo diseño del estadio. “Creemos que el mantenimiento de una cancha con su estructura de techo, su poca luminosidad por el tema de los estudios de sol, la falta de agua, a lo mejor íbamos a tener una cancha de 6 puntos, cuando ahora podemos estar siempre a 10 puntos”. “Contra este mito de posibles lesiones, la información es muy clara. No hay evidencia científica de que jugar en cancha sintética de alta tecnología provoque más lesiones”, agregó.
“Dado todo lo que hemos evaluado creemos que, desde lo deportivo, es la mejor decisión. Creemos que los futbolistas se van a sentir muy cómodos. Desde lo deportivo estamos tranquilos de que no va a haber ningún problema”, sostuvo.
“La opción de que hayamos tomado esta carpeta se basa en que hemos observado que es muy parecido al pasto natural. Eso es lo más importante desde el punto de vista deportivo. Después vienen las otras situaciones que es tener la garantía de que la cancha siempre va a estar en óptimas condiciones para muchos usos que se puede hacer desde el punto de vista deportivo. Los entrenadores y los jugadores quieren tener la cancha siempre al cien por cien”, cerró Buljubasich.
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