Un comienzo de temporada de ensueño está teniendo Adrian Mannarino. El tenista francés, llegaba al Abierto de Australia en la posición 20° de la clasificación mundial. Ahora, con su clasificación a octavos de final, no solo deberá enfrentar al campeón defensor y gran favorito, Novak Djokovic, sino que también escaló al puesto 17° del ránking, el mejor puesto de su carrera.

Una de las grandes sorpresas en el arranque de esta temporada está siendo el francés de 35 años, que cerró el 2023 coronándose campeón del Sofia Open. Ahora, el experimentado tenista parece seguir con el acelerador a fondo en el Abierto de Australia.

Ya había hecho algo de ruido mediático tras eliminar en primera ronda a uno de los jugadores más queridos del tour, el suizo Stan Wawrinka (56°) (6-4, 3-6, 5-7, 6-3 y 6-0). Ya en segunda ronda y también en cinco sets, dejó fuera al español Jaume Munar, actual 82° del ránking mundial.

Sin embargo, el verdadero desafío llegaba con el partido siguiente, cuando tuviese que enfrentar a uno de los jugadores que terminó en mejor estado de gracia la temporada pasada, el estadounidense Ben Shelton (16°). El encuentro como tal fue una verdadera batalla de cinco sets que tuvo una duración de casi cinco horas.

Tan solo el primer set ya daba a entender cómo sería el trámite del partido, ya que el francés debió llegar hasta el tie break (7-4 ) para ponerse en ventaja. En la segunda manga el estadounidense elevó considerablemente su nivel y fue un contundente 1-6 en menos de 40 minutos. El tercer set fue el más largo del partido con una hora y 14 minutos, sin embargo, Shelton hacía valer su cartel favorito y se llevó en el desempate (2-7).

Ya a una manga de ser eliminado y dos partidos de cinco sets consecutivos, el panorama no pintaba bien para el experimentado jugador. Sin embargo, tuvo un envión anímico que le sirvió para hacer gala de su mejor tenis y quedarse con el cuarto set por 6-4, estirando así el encuentro al definitivo.

Si bien el marcador da a entender que la manga final fue relativamente fácil para Mannarino al ganarlo por 6-4, lo cierto es que fue todo lo contrario, ya que no solo fue el segundo más largo del partido con una hora y ocho minutos, sino que cuando este sacaba para quedarse con la disputa, Shelton sacó su orgullo y le quebró el servicio, añadiendo aún más suspenso.

Con este resultado y el avance a cuarta ronda, deberá enfrentar al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, que viene de derrotar en tres sets al argentino Tomás Etcheverry.

Pero eso no es todo, sino que alcanzó el puesto 17° de la clasificación ATP, siendo este el mejor puesto de su carrera y de paso desplazando al chileno Nicolás Jarry, relegándolo al lugar 19° del live ránking y que podría bajar aún más si Ugo Humbert supera a Hubert Hurkacz en tercera ronda.

Ben Shelton. (Foto: REUTERS)

La revancha tendrá que esperar

Luego de eliminar a su compatriota, Frances Tiafoe, Ben Shelton llegaba con una clara muestra de carácter al partido con Novak Djokovic en semifinales del US Open del año pasado.

Si bien el encuentro fue para el serbio en tres sets, el joven de 20 años en ese momento, hizo gala de su rebeldía, sacando chispas entre ambos tenistas en más de una ocasión. El intercambio más fuerte fue finalizando el primer set, cuando Shelton le quiebra el servicio y le clava una mirada desafiante al 24 veces campeón de Grand Slam, con la algarabía de un público que hacía valer su localía.

Finalmente, sería triunfo para el serbio por parciales de 3-6, 2-6 y 6-7, quien celebró haciendo el gesto de colgar un teléfono (misma celebración de Shelton al ganar sus partidos).

Tras la disputa, el tenista de 36 años justificó su provocante celebración. “Fue una reacción en su contra, no se comportó correctamente, con respeto, en la cancha y antes del partido (...) . Si alguien se coloca en la ‘zona’ antideportiva, yo reacciono”, concluyó.

Ya en la conferencia de prensa post partido, Shelton tuvo palabras para la gestualidad del número uno del mundo. “No lo vi hasta después del partido. No me gusta cuando estoy en las redes sociales y veo gente diciéndome cómo puedo celebrar o no. Creo que si ganas el partido, mereces hacer lo que quieras. Cuando era niño, siempre aprendí que la imitación es la forma más sincera de adulación, así que eso es todo lo que tengo que decir al respecto”, encendiendo aún más la polémica.

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