El encuentro entre mundialistas del 62 que fue la despedida de Manuel Rodríguez Araneda: "Nos comimos unas empanadas"

Humberto Cruz está triste. Manuel Rodríguez Araneda, el mundialista de 1962 que falleció esta madrugada era su amigo. Tanto que el Chita cuenta que más o menos una semana estuvieron juntos, sin siquiera imaginar que el encuentro marcaría la despedida. "Esa vez bromeamos. Uno sale una semana y pasa esto. Terminó siendo una despedida. Estuvimos en su casa con Leonel (Sánchez) t Sergio Navarro", relata.

Esa vez, en la línea con las festividades patrias, el menú y la conversación fueron bien criollas. "Nos comimos unas empanadas con su familia. Nos preguntó donde íbamos a ir a bailar cueca. Fue nuestra última conversación. Estaba bastante bien, con su familia", describe Cruz. De su amigo solo tiene buenos conceptos. "Era simpático, un personaje. Calladito y tranquilo, en la línea de cómo nos formó Fernando Riera. En ese grupo, los más 'palomillas' éramos Honorino Landa y yo. Se va un gran amigo,  un compañero", explica para graficar su pena.

Luego, Cruz se detiene en los méritos futbolísticos de Rodríguez. "Como jugador, buenisimo. Lateral izquierdo de buena técnica. Nos conocimos muy bien. Cuando yo estaba en el Morning, entrenábamos con Unión, donde jugaba él. Fui a una gira con Unión y ahí profundizamos el lazo.Pasamos tanto tiempo juntos... En esa época teníamos 20 años. Y luego en la selección, como rivales. Al final, fuimos más amigos, porque íbamos al kinesiólogo, por los achaques a las rodillas. Perdí a un amigo íntimo, el gran Manolo", se lamenta.

También recuerda su aporte en la Selección que alcanzó el tercer lugar del mundo. "Cuando se lesionó 'Checho' Navarro, le tocó marcar a Garrincha y enfrentar a Brasil, que era el mejor del mundo. Nos ganaron 4-2. Se esforzó mucho por cumplir, pero la tarea era enorme", concluye.