No sólo España vive una confusión a pocas horas del inicio del Mundial. En Alemania también hay un enredo mayúsculo. Involucra a dos de sus figuras: Mesut Özil e İlkay Gündoğan. Las figuras del Arsenal y el Manchester City se reunieron con el Presidente de Turquía, país del que sus padres son originarios, lo que genera la molestia de los aficionados y de algunos referentes de la historia de la Mannschaft. Algunos lo ven como una provocación, sobre todo por el mal registro de Recep Tayyip Erdogan en materia de derechos humanos y libertad de prensa.

Steffan Effenberg, exfigura de la selección y del Bayern Múnich, llegar al punto de exigir la expulsión de ambos jugadores. "Cuando apuestas por unos valores como los que la DFB siempre transmite, la única decisión que cabe es prescindir de los dos jugadores. Conmigo o con Uli Stein no reaccionaron igual. No veo una línea definida", dijo el exvolante al sitio T-Online.

En 1994, el díscolo Effenberg fue expulsado del equipo por hacerles un gesto con el dedo a los aficionados germanos en el partido frente a Corea del Sur. Berti Vogts, entonces entrenador del seleccionado, no lo volvió a considerar hasta 1998, al término de su gestión.

"No será fácil para los dos, ahora les criticarán por factores ajenos al fútbol. Pero quiero dejar clara una cosa, que pienso que la expulsión sería consecuente, no veo bien que los tabloides continúen señalándoles. La decisión está tomada", sostiene Effenberg.

Gundogan, por ejemplo, recibió el rechazo del público en el partido entre el campeón del mundo y Arabia Saudita, en el último amistoso del equipo europeo previo a su estreno de este domingo ante México, por el Grupo F. Alemania vive su propio lío.