Suiza vuelve a los octavos de final del Mundial, tal como lo hizo en Brasil 2014 y en Rusia 2018. Lo consiguieron tras superar por 3-2 a Serbia en un emocionante partido en el 974 Stadium. Con el segundo puesto en el Grupo G asegurado, en el horizonte aparece Cristiano Ronaldo y Bruno Fernández. El duelo ante los portugueses será el martes a las 16:00.

Los primeros 30 segundos del partido fueron una señal de lo que se iba a vivir en los próximos 90 minutos. Suiza arrancó de inmediato jugando en vertical y cuando la pelota recién recibía sus primeros contactos, no solo hubo una chance de gol, sino que dos. Fue un torbellino en donde el arquero serbio logró contener el ataque, pero en donde quedó claro que habría muchas emociones.

Y lo que se vino después lo confirmó. En la primera parte hubo cuatro anotaciones, dadas principalmente por dos equipos que lejos de buscar control y posesión, optaron por transiciones rápidas y una presión muy alta. Eso llevó a que Suiza abriera el marcador en el minuto 20 gracias al cuestionado Xherdan Shaqiri de los Chicago Fire de Estados Unidos.

Pero el partido tenía muchas más emociones y del tanto suizo las emociones pasaron a un tramo de 10 minutos en donde Serbia anotó dos tantos. Primero un golazo de Mitrovic tras un cabezazo imposible de contener para Kobel y después con un zurdazo de Vlahovic.

Lejos de sufrir el golpe, el ataque de Suiza reinició la situación y se lanzó en búsqueda del empate. Uno que llegó en el último minuto del tiempo reglamentario de la primera parte y que de paso sirvió para que afrontaran la segunda manga de mejor manera. De hecho, cuando solo llevaban tres minutos sobre el campo volvieron a ponerse en ventaja gracias una tremenda jugada colectiva que fue finalizada por Freuler.

Un mazazo al que a los serbios les costó reponerse. No solo volvían a estar abajo en el marcador, sino que el desgaste generado en un primer tiempo de película ya pasaba factura. No desistieron nunca del sueño, pero sí bajaron un cambio en las revoluciones los ataques. Suiza en cambio, cuidadosa después de haber sufrido dos goles, intentó manejar esos minutos finales. La victoria los clasificaba a octavos y había mucho en juego como para perderlo por asegurar el 4-2.

Pero cuando se supo que Brasil perdía ante Camerún y que con eso estaban a solo un gol de ser primeros en su grupo, buscaron un último intento de anotar. Así casi llegó un gol, pero también casi reciben otro. Finalmente una pelea entre Xhaka y la mitad del equipo serbio durmió los minutos finales. 3-2 y Suiza vuelve a meterse en octavos.