Enrique Osses: “Me costaría creer que hay una mafia en el arbitraje; me dolería mucho, pero no puedo descartarlo”
El expresidente de la Comisión de Árbitros aborda la crisis que hoy enfrenta el referato chileno. Pide que se esclarezca la situación lo antes posible.
Enrique Osses (47 años) es un nombre reconocido en el referato a nivel mundial. Como árbitro, el santiaguino logró dirigir en un Mundial (Brasil 2014) y también ser elegido el mejor de América por la Conmebol (2012).
Ya retirado, en 2016, se dedicó a capacitar a los árbitros chilenos que venían entrando a la actividad. Asumió ese mismo año la Comisión de Árbitros, cargo que ostentó por cerca de dos años, hasta que fue despedido por Pablo Milad. El ex FIFA trabaja hoy en México. “Llevo alrededor de 15 meses acá. Estoy súper contento con la oportunidad que se me dio. La federación mexicana es bastante grande, bastante organizada. ¿Qué hago acá? Soy el director técnico del área arbitral. Tengo a cargo toda la instrucción técnica de los árbitros, tanto en la cancha como en el VAR”, dice, de entrada.
Pese a la distancia, Osses no se desmarca de la grave crisis que afecta al referato chileno. Ha seguido en detalle la desvinculación de Javier Castrilli, que se provocó luego de la filtración del audio del juez Francisco Gilabert, quien expuso presiones en el duelo entre Huachipato y Copiapó. La acusación hoy está en investigación.
¿Es el peor momento del arbitraje chileno?
Desde el punto de vista técnico, no lo sé. Pero sí estamos frente a la peor crisis administrativa y dirigencial del arbitraje. No recuerdo otra ocasión en que los árbitros hayan decidido parar las actividades. No recuerdo que haya habido escuchas de audios, no recuerdo denuncias de presiones indebidas. Si ha habido tantos cambios de dirigentes, de la cabeza de la Comisión de Árbitros, quiere decir que no se ha hecho un buen trabajo y la evaluación es mala.
¿El árbitro chileno ha perdido credibilidad?
Por supuesto que sí. Esto nos afecta a todos los árbitros chilenos que alguna vez participamos de la competencia local. Nos quita credibilidad. Por eso es tan importante que las autoridades hagan investigaciones internas o externas para que se esclarezca toda la situación.
¿Le han preguntado los árbitros mexicanos por el escándalo en Chile?
Sí. Aquí llegan noticias de la situación. No con tanto detalle, pero en las redes sociales vuelan las noticias. Han salido parcialmente los audios de los árbitros, las disputas entre los árbitros y la directiva... Es triste, es lamentable, es penoso lo que estamos viviendo. Espero que todo se aclare y que se logre cambiar la dirección que está teniendo esto. Espero que los dirigentes del fútbol puedan elegir, cambiar o reintegrar. Lo que se requiera para que el arbitraje vuelva al sitial que alguna vez tuvo.
Es clave que los árbitros recuperen la credibilidad...
Claro. Tener la confianza, la credibilidad, la transparencia y la honorabilidad de los árbitros. Malos o buenos siempre nos van a encontrar, pero debemos ser creíbles, confiables e independientes. Eso estuvo siempre presente, pero a raíz de los últimos audios todo eso se está tirando al tacho a la basura.
¿Le sorprendió el despido de 14 jueces durante la estadía de Castrilli?
Me sorprendió todo. Castrilli tendrá las razones por las que técnicamente quiso deshacerse de esos 14 árbitros. A mí me sorprendió la fecha en que fue, a mitad de torneo, y que hubiese cinco o seis árbitros internacionales en ese mismo grupo. La misma Comisión de Castrilli que los despidió ahora fue la que los propuso en la lista FIFA en noviembre de 2021. Entonces, si ahí eran buenos árbitros, ¿por qué los desvincula en marzo? Eso me pareció desprolijo. También me pareció muy extraña y desconcertante la salida de los audios por parte de los árbitros, los medios de presión de los árbitros contra sus jefes directos, el despido de Castrilli. Ha sido una seguidilla de decisiones que no han sido bien tomadas.
Usted dirigió a varios de esos 14 árbitros despedidos...¿Quiso dar de baja a alguno?
Nosotros desvinculamos a varios árbitros durante nuestra gestión, pero las evaluaciones las hacíamos en los tiempos que correspondían. Esa es una crítica objetiva que puedo hacer a la distancia. No era el minuto para echar a los 14 en la octava fecha del torneo. Entiendo que se adujo que no había dinero, pero entonces había que aguantarlos hasta junio y ahí limpiar la casa. Quizás hubiese sido la mejor decisión. En nuestra gestión también había una crisis desde el punto de vista técnico, en la que todo el medio en general se quejaba del mal trabajo arbitral. Varios árbitros fueron exonerados. El resto me pareció que tenía potencial. La Comisión de Árbitros habrá tenido sus razones técnicas, pero a todas luces fue inapropiado el momento.
Castrilli quería árbitros más jóvenes...
Pero formar a un árbitro no se hace de la noche a la mañana, es algo técnicamente especial. Yo no busco en el diario a los árbitros. Cuesta mucho hacerlos, desarrollarlos. Botar 14 árbitros es una apuesta radical. Desde el punto de vista técnico puede haber sido necesaria, pero el momento no fue el adecuado.
Pero imagino que sí reconoce que el nivel del juez chileno va a la baja. Solo hay que ver la poca presencia internacional...
Sí, claro. No llevo la estadística al detalle, pero eso es objetivo. Eso tiene que ver con todo el desorden administrativo y técnico que se generó desde hace unos dos años atrás, con cambios de la directiva de la Comisión, con conflictos internos, acusaciones. Todo eso llega a oídos de la Conmebol y, obviamente, prefieren tomar otras alternativas que árbitros chilenos dado este conflicto que existe.
¿Valida una denuncia que se realiza por una filtración de un audio de Gilabert justo cuando se despiden a 11 árbitros?
El audio que escuché de Gilabert me parece súper coloquial, casi que entre dos amigos tomando algo. Esa información salió de los propios árbitros y me parece totalmente inapropiada e inoportuna; eso falta a las confianzas. Más que el punto de si es verdad o no el audio de Gilabert, me parece que hay que revisar y ponerle atención a por qué los árbitros llegan a cuestionar a la jefatura de presiones, de situaciones extrañas, por qué se llega a ese modus operandi. Más allá de este partido en particular, creo que esa situación puede haber sido recurrente entre la directiva arbitral y sus agremiados que se manejaban así. Y eso no puede ser. Porque eso deja develado ese audio, más allá de la veracidad de los dichos de ese partido en particular. Dice que el QM se comunica con los árbitros y eso no puede ser.
Ah, bueno. Que bueno que no haya sido así. Espero entonces que se aclare, que se investigue y que se pueda dilucidar. Acá estamos hablando de palabra contra palabra. Ojalá que se aclare, que se pesquisen las llamadas telefónicas.
¿No se daña la carrera de Gilabert al reconocer que supuestamente cedió a presiones externas?
Si. En el caso de Francisco (Gilabert) y Droguett, más allá de buscar la verdad, hay nombres propios que van a quedar mucho más dañados que otros. Sus carreras de árbitros van a ser totalmente cuestionadas. Ese es otro tema que hay que lamentar. Se ensucian las carreras de profesionales de quienes se han sacrificado durante años para llegar a esta posición. Por temas administrativos, por conversaciones que se filtran, se provocan dudas al trabajo de árbitros. Pero hay que investigarlo, aclararlo. Y si tienen que salir algunos árbitros, dada esta situación, para limpiar y transparentar, hay que hacerlo.
Castrilli acusa complot para sacarlo del cargo...
No tengo todos los antecedentes, pero es todo muy raro. Es todo muy extraño. No lo descarto, pero tampoco puede aseverarlo. Lo que me preocupa es que los árbitros nunca antes habían salido públicamente a criticar a su jefatura y al trabajo que estaban realizando. Nunca se habían paralizado. Ese también es un foco de atención para que la dirigencia del fútbol le dé otra mirada, para que estos hechos no vuelvan a suceder. Darle un poco la estructura requerida, porque el arbitraje creció y hay muchas aristas que controlar.
¿Justifica la medida de presión del sindicato de “si no se va Castrilli nos vamos a paro”?
No, bajo ningún punto de vista. Se deben generar instancias entre ambas partes para evitar este tipos de levantamientos populares. Los árbitros tienen que buscar los caminos para comunicarse con la dirigencia arbitral y del fútbol para poder desarrollar esta actividad tan sensible que si no se aquieta o se controla torna difícil que el fútbol pueda desarrollarse. Si estamos metidos en esta guerrilla del arbitraje, es difícil que el fútbol pueda desarrollarse.
¿Debe ser reintegrado Castrilli si la investigación concluye que no realizó la llamada?
Es una posibilidad, pero no me corresponde definirlo a mí. Si se determina que no hizo ninguna presión indebida, ningún llamado, que es por lo que es despedido, la dirigencia puede revertir la situación y trabajar para que los cambios en el arbitraje sean más paulatinos, más progresivos, no tan radicales y que no generen tanta inestabilidad.
Si el arbitraje es de bajo nivel, ¿qué responsabilidad le recae a Jorge Osorio, que es el director de la carrera de jueces en el INAF?
Fue presidente de la Comisión de Árbitros durante un periodo. También le cae responsabilidad de esta crisis. Creo que la formación del árbitro es mucho más profesional que hace 10 años atrás. Si Castrilli decidió que no se necesitaban 14 árbitros es porque cree que en las fuerzas básicas existe el potencial para realizar ese cambio. Eso lleva consigo a que el trabajo de la INAF se está haciendo bien. No sé cómo será la comunicación entre el INAF y la Comisión de Árbitros, pero es sumamente necesaria.
El problema del sindicato con la comisión arbitral ha sido una constante...
Sí. Desde que yo salí estaban estos problemas. Por eso mismo yo creo que tuve que dar un paso al costado y la dirigencia decidió hacer un cambio. Yo, como presidente, representaba a la ANFP, y existía un problema entre el sindicato y los agremiados. No se llevaban bien con la directiva que habían elegido. Decidieron hacer un cambio, me sacaron a mí porque era el hilo más delgado.
¿No ha sido blando Pablo Milad al aceptar las presiones del sindicato?
No sé. No tengo todos esos antecedentes. De lo referente a mi caso, son solo sensaciones. No tengo ninguna prueba de que haya sido así. Pero la declaración del señor Milad cuando me desvinculó apuntaba a que había que darle un nuevo aire a los árbitros con el sindicato, había que renovarlos de acuerdo a un proyecto. Me quedo tranquilo porque no fue algo técnico. Ahora hubo una medida de presión que alguien tenía que ceder o el fútbol se iba a detener. Nuevamente se cortó por el hilo más delgado.
¿Existe una mafia en el arbitraje?
Hasta donde yo estuve como presidente de la Comisión de Árbitros, el 28 de agosto de 2020, lo descarto absolutamente, de manera tajante. Ahora, no estoy en Chile hace 15 meses. Me costaría creerlo, me dolería mucho, pero no puedo descartarlo. A la luz de los hechos, ha habido situaciones totalmente anormales que se deben esclarecer fuertemente para dilucidar todos los hechos que se han denunciado.
¿No ha habido amaño de partidos en el fútbol chileno?
Hay un montón de empresas que trabajan en relación a estos posibles amaños de partidos que funcionan de manera subterránea para buscar ciertas complicidades en el fútbol. Nunca he tenido información de que el fútbol chileno haya estado en el ojo de estas empresas o de investigaciones que generen este tipo de situaciones. El fútbol chileno está limpio, pero hay que velar para que esta limpieza se mantenga y no exista ninguna duda de que Chile tiene una competencia limpia, creíble, transparente.
¿Le gustaría volver a trabajar a Chile?
Si, en algún minuto pretendo regresar a mi país. Pero ahora tengo un proyecto familiar, profesional acá en México. Estoy muy cómodo, la federación mexicana es una de las 10 o 12 más grandes del mundo. Hay un proyecto muy grande de cara al Mundial de 2026 en el que espero estar.
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