Entre la angustia y la esperanza: dos escaladores se juegan todo por encontrar la expedición de Mohr
Imtias y Akber, familiares de Ali Sadpara, compañero de cordada del chileno, no quisieron abortar la misión de rescate terrestre en el K2 pese al mal tiempo. El grupo está desaparecido desde el viernes y la opciones de éxito de la búsqueda son bajas.
La tercera jornada de búsqueda comenzó este lunes con la llegada de un primo y un sobrino de Ali Sadpara, quien está perdido cerca de la cima del K2, junto al islandés John Snorri y el chileno Juan Pablo Mohr. Se trata de Imtiaz y Akbar Sadpara, quienes aseguran que escalarán lo más alto que puedan y que aún tienen esperanzas de encontrar la expedición.
Sadpara, héroe del deporte pakistaní, fue reportado desaparecido el pasado viernes en la segunda montaña más alta del mundo (8.611 metros sobre el nivel del mar). Ali partió en la misma travesía que Mohr, donde juntos buscarían coronar la cima en invierno, algo nunca se había conseguido hasta el pasado 16 de enero.
“Cuando Ali dejó el campamento base, él llevaba una bandera de Pakistán en su mochila. Cada vez que escala lleva la bandera cerca de su pecho. Pakistán está en sus venas y en su sangre”, dice Akbar, sobrino de Ali, quien espera dar con la expedición o con alguna pista de lo que sucedió entre el Campamento 3 y el sector denominado Cuello de Botella (a 400 metros del pico). Los helicópteros que han intentado llegar lo más arriba posible son los pakistaníes. Y es que el ejército se ha esmerado en la búsqueda del grupo, ya que Ali Sadpara es un ídolo del país. “Es nuestro héroe”, aseguró Akbar.
Por su parte, Imtiaz explica que, a pesar de conocer la realidad de la montaña en la que se encuentra extraviado su primo, especialmente en invierno, “hay esperanzas. Escalaremos lo más alto que nuestros límites nos permitan”.
El canadiense Elia Saikaly, uno de los alpinistas que ha trabajado en la misión de rescate desde el campamento base, explica que Imtias y Akbar son especialistas de alto nivel. “Los dos son escaladores talentosos de Pakistán, quienes ya han subido el K2. Ellos quieren ayudar a traer de vuelta a Sajid Sadpara”, asegura Saikaly en sus redes sociales.
Sin resultados
El K2 también es reconocida como la montaña más peligrosa de todas las del planeta. Lamentablemente, los resultados de la misión de rescate hasta ahora han sido negativos. El mal tiempo (temperaturas cercanas a los 50 grados bajo cero y fuertes vientos con poca visibilidad) ha impedido un desarrollo normal de la búsqueda.
Dos helicópteros del ejército pakistaní lograron sobrevolar cerca de los 7 mil metros de altitud, donde se esperaba encontrar algún rastro del grupo extraviado. Desde el aire se dio con restos de unos equipos de montaña, cuyos colores coincidían con los de la expedición del chileno.
Sin embargo, como explicó luego el alpinista y cineasta canadiense, Elia Saikaly, las imágenes correspondían a otra cordada: “Los intentos de búsqueda y rescate de los miembros de nuestro equipo John Snorri, Ali Sadpara y el escalador Juan Pablo Mohr, han estado en curso durante las últimas 48 horas. Ayer me embarqué en una de las misiones SAR con los pilotos que identificaron algunas pistas potenciales que se sincronizaron con los trajes amarillos y rojos que llevaban John y Ali (...) Desafortunadamente, un teleobjetivo, el vuelo de cerca y la vista ampliada más tarde en una computadora portátil mostraron que estos cables, lamentablemente, resultaron ser una carpa, colchoneta y saco de dormir de colores similares”, publicó Saikaly en sus redes sociales. “Ha sido un torbellino de emociones en el campo base: anticipando un milagro, rezando para que de alguna manera John, Ali y JP sigan vivos”, completó.
Ayer, luego de ser trasladado a la ciudad de Skardu, el hijo de Ali Sadpara, Sajid, entregó su versión de lo que pasó, como la última persona que vio en el K2 a los tres desaparecidos. Un relato duro y que reconocía que las posibilidades de vivir dos o tres días a más de 8 mil metros y con temperaturas tan bajas eran muy pocas. Sajid Sadpara se separó del grupo a 8.211 metros de altura, en la zona llamada Cuello de Botella (a 400 metros de la cima), por problemas técnicos con su equipo de respiración. Él cree que el grupo alcanzó la cima, pero que en su regreso al Campamento 3 se produjo un incidente debido al mal tiempo.
Lo cierto es que todavía se tiene fe en un milagro, en la fuerza y en la experiencia de los tres montañistas. Juan Pablo Mohr es hoy el especialista más importante: reconocido el año pasado como el primer nacional que logró la cima del Everest (8.848 msnm) sin ayuda de oxígeno complementario. El objetivo del deportista, quien recibe el apoyo de CMPC y North Face, era hacer lo mismo en el K2, sumado a la dificultad de lograrlo en invierno. De hecho, el 16 de enero pasado, se conquistó por primera vez este macizo durante la estación más dura del año en el Himalaya.
Tamara Lunger, italiana, amiga y colega de Mohr, fue parte del grupo que tuvo éxito a mitad de enero. Lunger escribió en su cuenta de Instagram un sentido homenaje para el chileno: “Nuestro plan era celebrar, pero en cambio estoy aquí sin palabras, con lágrimas en los ojos y muchas preguntas. Saber que las posibilidades de volver a verte son cercanas a cero. Estoy agradecida de haber tenido la suerte de conocerte con tu sonrisa, tu energía y toda la pasión y el amor dentro de ti”, publicó.
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