Entrevista a Diego Moreno, sociólogo: “Organizar unos Juegos Olímpicos en Chile profundizaría las desigualdades”

En la cuenta pública del año pasado, el Presidente Gabriel Boric anunció la postulación de Chile a los Juegos Olímpicos, una idea que generó entusiasmo entre las autoridades y deportistas, pero también existen voces que no están de acuerdo con la iniciativa. El sociólogo Diego Moreno, quien fue parte de los equipos programáticos de deportes de la candidatura presidencial de Yasna Provoste y la precandidatura de Ignacio Briones, es una de ellas.

¿Cómo ve la posibilidad de organizar los Juegos Olímpicos en Chile?

A ver, el tema de organizar los Juegos Olímpicos en Chile al final es un tema de costo y de costos de oportunidad. Yo creo que cualquier país está en condiciones de organizar unos Juegos si están los fondos. Lo más complejo al final es el costo y los costos de oportunidad asociados que por lo general la clase política no discute. Pero con respecto a Chile yo creo que lo más complejo sería que profundizaría las desigualdades.

¿En qué sentido las profundizaría?

En el sentido de que los costos de oportunidad aumentarían la brecha en cuanto a la distribución de los recursos. Por ejemplo, hemos visto recientemente estudios de que los deportistas de alto rendimiento en los Juegos Panamericanos provienen de colegios particulares. Entonces, en el fondo, ya sabemos que apoyar al alto rendimiento en una situación como la que se encuentra hoy día en Chile es apoyar a quienes ya tienen mayor acceso a recintos, a entrenadores... Y eso es súper complejo porque no es la realidad de los sectores más vulnerables, donde más del 80% de la infraestructura es para fútbol y derivados. Entonces los recursos para Juegos Olímpicos y megaeventos dejan de ir a nueva infraestructura, comunidades y clubes deportivos. Chile tiene una gran oportunidad para abordar la promoción y desarrollo del deporte y la actividad física de una forma diferente, particularmente para llegar a los sectores vulnerables donde las dificultades son mayores.

¿Qué le parece que aún las autoridades no tengan claro el costo de organizar unos Juegos Olímpicos?

Hay un gran problema de postular a los Juegos Olímpicos y es que las ciudades se terminan adaptando a los Juegos Olímpicos y a los requerimientos del Comité Olímpico Internacional, y no al revés. Los Juegos Olímpicos, por lo general, no tienden a obedecer a la necesidad de las ciudades. Y es por eso que los estudios nos indican que, en general, el sobrecosto de los Juegos Olímpicos es de un 185% o más. Prever los costos es muy difícil, porque hay fechas que cumplir y eso se responde únicamente con mayores recursos.

Usted decía que temía que a Chile le dieran como premio de consuelo los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Chile, a diferencia de otras naciones latinoamericanas e incluso de otros países, ha mostrado tener una agenda bien ambiciosa con respecto a los Juegos Olímpicos y al final la sumatoria de todas esas intenciones genera o desvía recursos que se podrían destinar en fortalecer los programas de deporte o participación social. Y yo creo que, además, toda esta idea de los Juegos Olímpicos y de megaevento en general podría poner una sobrecarga importante en los funcionarios. Yo creo que los funcionarios del IND y el Ministerio del Deporte hacen un tremendo trabajo, y disponer de ese trabajo para las necesidades propias de la gente a lo largo y ancho de Chile me parece que es una prioridad mucho mayor a estar organizando estos eventos.

Ahora ya no se habla solo de la sede de 2036, sino que de futuras sedes. ¿Usted espera que eso siga?

Tengo entendido hoy día que el Comité Olímpico Internacional tiene estrategias nuevas para asignar a los candidatos, tiene un procedimiento quizá un poco más responsable, por decirlo de alguna forma. Pero yo esperaría que se pudieran definir las verdaderas prioridades para fomentar el deporte y la actividad física en la gente. Si Chile no llega a adjudicarse las sedes, o incluso ahora, yo esperaría que la pregunta que lidere estas intenciones sea si de verdad a través de estos mecanismos podemos fomentar el deporte y la actividad física en Chile.

También ha habido ciudades que desistieron de organizar los Juegos.

Múnich, Oslo, Estocolmo son algunas ciudades que han decidido abandonar la idea de los Juegos Olímpicos debido a sus altos costos. Y creo que esa discusión de los Juegos Olímpicos requeriría más procesos.

El gobierno ha puesto énfasis en la infraestructura temporal y que eso ahorraría muchos costos.

Si bien eso es cierto y que en el fondo París quizás avanzó bastante en infraestructura temporal, esos Juegos Olímpicos gastaron 9 billones de euros, y eso sin considerar, según algunas fuentes, los 2 billones adicionales de euros en seguridad. Prácticamente todos los Juegos Olímpicos tienen un presupuesto de 2 billones de euros dólares para seguridad. Entonces el tema de la infraestructura temporal no se sustenta mucho debido a que el gasto total de los Juegos Olímpicos igual sigue siendo significativo.

También se habla de temas como el turismo y sus eventuales beneficios...

Son cosas que no están sustentadas por la evidencia hoy en día. Por ejemplo, no se habla del desplazamiento de turistas, que significa que aquellos turistas que vendrían a la ciudad durante la organización de los Juegos no vienen producto de los Juegos. Y lo mismo sucede con el tema de la infraestructura, que de partida deja costos fijos súper profundos. Solamente el Estadio Nacional cuesta 1.500 millones de pesos al año hacer andar. Y todo eso equivaldría a varios centros deportivos al año que no podemos construir por tener que hacer andar el Estadio Nacional.

¿Qué desafíos cree que debe asumir un próximo gobierno?

Chile ha demostrado, de alguna forma, bastante continuidad, pero creo que es importante que quien asuma el próximo gobierno pueda pensar en cuáles son las intervenciones que de verdad fomentarían el deporte y la actividad física. Quizás hacer un cambio en esta idea de los megaeventos y grandes gastos. Lo otro es que Chile destina bastante de su presupuesto al alto rendimiento. El cálculo simple que he hecho en mi casa me da cuenta de que hay años, incluyendo la infraestructura de megaeventos, en que se llega a gastar el 70% de su presupuesto de deporte en alto rendimiento. Y los dos programas que quedan de participación para la gente en el fondo serían el deporte de participación social y el Crecer en Movimiento. Yo creo que lo más importante es que nos podamos sentar como sociedad y ver qué es lo que queremos en materia de deporte. Mientras esa discusión no exista, creo que va a ser súper difícil cambiar el rumbo.