César Pinares (32 años) busca reencontrar su mejor versión. El volante de Universidad Católica ha vivido un año plagado de lesiones y a eso suma el irregular rendimiento de la escuadra a la que defiende. En San Carlos de Apoquindo, el futbolista cruzado dialoga con El Deportivo sobre los desafíos de una institución que haces dos años anda a los tumbos y que este sábado enfrenta a la U, en el Clásico Universitario.
¿Qué equipo se verá en el Clásico Universitario, tras este receso de un mes?
Estas semanas nos han servido para trabajar lo que Nico (Núñez) quiere, su idea de juego. Esperamos que las cosas fluyan más. El parón nos vino bastante bien. Creo que llegamos de gran manera a este fin de semana.
¿Se notará la mano del DT?
Sí, se irá notando, pero esto es trabajo, nada es de un día para otro. Hemos aprovechado bien las semanas, sobre todo, cuando tuvimos turnos dobles. Vamos integrando la idea de juego y todos queremos captarla para llevarla a la cancha. Nos hemos visto bien en los partidos amistosos, vamos creciendo. La idea es que fluya para estar más cerca del triunfo.
¿Ganarle a la U sería salvar el año?
No lo creo. El objetivo ahora es clasificar a algún torneo internacional. No se vería bien ganarle a la U y no clasificar a ninguna copa. Los que hemos jugados clásicos sabemos lo que es este partido y lo lindo que es para la gente ganarlo. Pero no creo que salve el año. Sí puede ayudar a sumar confianzas.
¿Por qué las cosas no resultaron con Ariel Holan como en 2020?
Eran planteles diferentes. No puedo decir si uno fue mejor que otro. Quizás este era mejor que el anterior, pero esa vez fluyeron las cosas y ahora no. La idea es que dentro de la cancha nosotros rindamos, porque si eso pasa le va bien al técnico y al club. Es un efecto dominó. Lamentablemente, ahora no ocurrió. Nosotros nos preguntábamos el porqué, si tenemos un plantel muy bueno. No tengo una explicación.
¿Es un club distinto al de los períodos anteriores?
Obviamente las cosas no han estado igual, porque cuando los resultados no acompañan, la interna es distinta. Es una cosa lógica. Cuando se consiguen los resultados es todo más lindo, más tranquilo. A veces las jugadas resultan, aunque no tengas un buen partido. En cambio, cuando los resultados van en tu contra, el ambiente en el camarín no es el mismo. Nos ofuscamos porque no se nos da, más sabiendo que hay un buen equipo. Uno trata de exigirse el doble, encontrar las fallas. Pero el fútbol es así. Este año hemos tenido muchos altibajos. Pero aún mantenemos chances de estar en las copas. El objetivo era salir campeón, es cierto, pero tampoco es malo ir a un torneo internacional. Después de todo, el año tampoco ha sido tan malo. No creo que sea una temporada desastrosa. No hemos tenido un buen juego, pero no todas las temporadas son iguales. No siempre se anda bien, no pasa ni en los mejores clubes del mundo.
¿Está diciendo que a la UC se le exige más?
Sí, y a veces me sorprende, aunque no debería. En ese período que no estamos donde queremos se ha hablado mucho del mal momento, más que cuando fuimos tetracampeones. En estas fechas ya éramos casi campeones y se hablaba menos que de este mal momento.
¿Cree que pueda exponer su mejor versión nuevamente?
Seguro que sí, es lo que quiero desde que volví al club. Cuando me fui dejé una vara alta. Ese era mi piso. Mostré un muy buen fútbol y sigo con la intención de mostrar eso. Las lesiones musculares me han tenido un buen tiempo afuera. Ante eso no se puede hacer nada. Muchas veces me sobre exigí por querer ayudar al equipo a encontrar los resultados y volver al rendimiento que quería. Me equivoqué. Eso me trajo muchas lesiones que no tenía hace tiempo. Eso me frenaba. Sin continuidad no iba a llegar nunca al nivel para el que me preparo.
¿Afectaron las salidas de los referentes como Fuenzalida?
El equipo lo iba a sentir. Incluso Luciano Aued, que no terminó siendo titular, había hecho una gran carrera dentro del club. Los que estábamos dentro sabemos lo que le entregaban al equipo. Era lógico que íbamos a sentir su partida. El equipo se tuvo que reestructurar y tratar de llegar a lo mismo con quienes llegaron. Alguno pudo pensar que iba a ser como en los años de los títulos, que no fueron fáciles. Pero ese era un pensamiento equivocado. Al ganar mucho, los rivales se preparan más para vencerte. Una vez que las cosas se nos complicaron, la gente empieza a echar de menos a los que no están. Si las cosas resultaban de otra forma, quizás no se mencionarían. Pero como los resultados no se han dado, los hinchas recuerdan a los jugadores que fueron claves en el tetracampeonato.
¿Y la salida de Dituro?
Matías era el arquero titular y capitán. Su salida se sintió mucho dentro de la cancha, porque es un gran jugador, pero se le presentó una buena oportunidad y estaba en su derecho de querer irse. Ahora tenemos a Nico Peranic, que lo ha hecho bastante bien. Quizás tiene otras características en ciertos aspectos del juego, pero nos ha salvado en varios partidos. Ha suplido bien a Dituro.
¿Molestó su decisión? Era el capitán y se fue en un mal momento del equipo...
En lo personal y lo que sentí en el camarín, no molestó su decisión. Cada uno puede elegir su bienestar para el futuro. Él es padre de familia. Era lógico que iba a tomar la oportunidad. No puedo hablar por los demás, pero por lo que percibí, no molestó.
¿La remodelación del estadio influye en el mal momento? ¿La dirigencia descuidó lo deportivo?
La localía ha afectado. No es lo mismo jugar en San Carlos. Durante el primer semestre anduvimos muy a lo gitano, como digo yo. Fuimos a Rancagua, Concepción y La Serena. Después volvimos a Santa Laura. Nos ha afectado bastante.
¿Se dejaron cosas de lado a raíz del proyecto estadio?
Pero no debe ser una excusa. Era algo que ya sabíamos. El estilo de la UC es único y se aprovecha la localía. A la gente también se le complica ir a vernos afuera, pero no podemos poner excusas.
¿Prefiere el pasto sintético o el natural? Muy probablemente, la nueva cancha de San Carlos de Apoquindo sea artificial...
En lo personal, las canchas sintéticas no me gustan, pero tengo entendido que acá quieren hacer una mixtura. Aunque me ha tocado a jugar en esas canchas, sigue sin ser lo mismo. Sin embargo, es verdad que no son como las sintéticas que conocemos en Chile.
¿Sintieron la salida de Mauricio Isla?
Sí. Es un jugador que aportaba dentro y fuera de la cancha. Sale del club por razones personales, pero él nos sumaba mucho. Hasta hoy lo echamos de menos, pero así ha sido este año. Por diferentes motivos y razones, detalles, hemos tenido problemas dentro y fuera de la cancha, que nos llevan a ser irregulares. Pero insisto, el año no ha sido tan malo. Uno conversa con gente y, claro, estaban acostumbrados al buen fútbol, que a mí me encanta también y no se ha podido. Pero en cuanto a resultados, seguimos ahí, buscando clasificar a torneos internacionales.
¿Usted tenía una relación cercana con el Huaso?
Sí, nos conocíamos de antes, de la Selección. Pero acá armamos una mejor relación. En el día a día uno toma más confianza y hasta hoy seguimos en contacto. De vez en cuando miro sus partidos en Argentina. Allá ha andado bien. Acá no anduvo mal porque sí... las cosas por algo se dan. Mauricio es muy buen jugador y las cosas se le están dando. Su técnico lo conoce y ha podido desarrollar el fútbol que le gusta.
Pero Isla se hizo una fama de fiestero en Chile y los hinchas no se lo perdonaron. ¿No cree que un futbolista debe cuidar más su imagen?
Eso es un tema de los hinchas. Es difícil responder eso, porque los fanáticos lo ven así, pero uno estando dentro tiene su percepción de las cosas y su forma de pensar. Quizás el hincha castiga mucho al futbolista. La gente es la que debe responder eso.
¿Cree que la UC podría mejorar su imagen a nivel internacional si clasifica a alguna copa?
Hay que ir paso a paso. Lo más factible es clasificar a la Copa Sudamericana. Pero ahora trataremos de sacar los tres puntos en todos los partidos. Sería lindo ir a la Copa Libertadores. Debemos luchar por llegar a lo máximo que nos dé. Después, lo del próximo año se verá en su momento. Yo, como jugador, siempre quiero ganar. Me preparo para competir. Los torneos internacionales les cuestan mucho a los equipos chilenos. Los brasileños son muy fuertes. Quieras o no, son superiores a ti. La gente cree que son 11 contra 11, pero hay muchos detalles que uno conoce.
¿Cómo cuáles?
Yo estuve en Brasil, en un equipo grande (Gremio), y ahora entiendo por qué tienen la obligación de pelear por los torneos. Cuando el partido empieza vas 0-0 y debes ir para adelante a luchar. Te puede tocar uno muy superior, pero si ese día tienes una buena tarde las cosas te salen bien, puede pasar. Pero hay muchos detalles que los que estamos en el mundo del fútbol vemos. La infraestructura, los planteles y muchas cosas que explican por qué ellos pelean esos torneos. No es casualidad. Uno se prepara para competir y llegar lo más lejos posible, te lo aseguro, pero existe un margen entre esos equipos y nosotros que nos aleja de estar en fases finales. Yo podría decir que Universidad Católica está para llegar a instancias decisivas, porque en la cancha se puede igualar el asunto, pero hay factores que lo hacen difícil.
Este año la mala racha llegó tras la eliminación ante Audax Italiano de la Copa Sudamericana...
Las cosas en un momento dejaron de fluir. Cuando caímos en un pozo nos costó mucho salir a ganar. Nos costaba el triple. La gente reclamaba mucho, porque no veía un buen juego. Estaban acostumbrados a otra Católica. Todo fue volcándose para negativo y ahí el equipo lo notó. Perdimos mucha confianza. A veces jugábamos bien, nos clavaban un gol y nos hundíamos. Era un ambiente negativo que nos envolvía a todos, jugadores, técnicos e hinchas. Nos costó mucho salir de eso. Eso explica la posición en la que estamos.