La eliminación en la fase grupal de la Champions dejó una herida imborrable en Barcelona. Un hecho que no ocurría hace 21 años y que deja al descubierto la profunda crisis que azota el equipo, que tuvo su punto cúlmine en la controvertida partida de Lionel Messi.
“Hay que exigirnos muchísimo más. Esto tiene que ser un punto de inflexión para cambiar muchas cosas. Hoy no hemos competido. Nuestra realidad es la Europa League. Vamos a afrontar esta realidad con toda la dignidad del mundo, hoy empieza una nueva etapa y vamos a trabajar muy duro para poner al Barça donde se merece”, dijo el técnico Xavi Hernández, tras la eliminación en la fase grupal del torneo continental.
Pero el desastre venía desde hace más tiempo. El primer gran golpe fue el 8-2 que le propinó Bayern Münich en 2020, el punto inicial de los problemas deportivos e institucionales que afectan a uno de los equipos más importantes del planeta.
Hecho el diagnóstico las soluciones están lejanas, incluso de minimizar el problema. Y es que la institución arrastra un pasivo de casi 750 millones de dólares. Una cifra que ni siquiera los 300 millones inyectados por LaLiga al equipo, a comienzos de temporada, pudieron maquillar la catástrofe.
Equipo devaluado
Las postergaciones deportivas no han podido ser respondidas por las proyecciones directivas. En el último mercado, el Barça gastó solamente 16 millones de dólares, un cinco por ciento de los más de 335 millones que se invirtieron dos temporadas antes.
Porque ya no basta con la fecunda cantera culé, que tantos réditos dio al primer equipo en le pasado. A modo de ejemplo, el equipo juvenil blaugrana fue el único de los cuatro españoles que no avanzó a la segunda ronda de la Champions de la categoría.
Es más, según un estudio de la consultora KPMG, sitio que analiza datos, variables y rendimiento que componen el valor de mercado de equipos y jugadores, el conjunto azulgrana sufrió una devaluación del 20%.
Y los mensajes de la directiva tampoco alimentan la esperanza. El presidente de Barcelona, Joan Laporta, trató de imprimir una dosis de ánimo a los hinchas, pero su mensaje en redes sociales tuvo más incertidumbres que certezas.
“Comparto vuestra decepción por la eliminatoria de la Champions. Todos estamos de acuerdo en que hemos de reforzar el primer equipo. El problema es que tenemos unos contratos heredados muy elevados que no nos da margen salarial. Estamos buscando la fórmula para mejorar al equipo este invierno. Estamos trabajando para lograrlo. Y lo conseguiremos”, explicó el mandamás del cuadro catalán.