“Era una garantía, rápido. Un gran arquero”: las voces de los excompañeros que recuerdan a Marco Cornez, un portero-goleador de época
En 1978 fue campeón con Palestino, donde compartió con algunos referentes del medio criollo, entre ellos Elías Figueroa. Y la primera vez que ejecutó un penal, no fue gol. En 1989, malogró su disparó ante Deportes La Serena, jugando por la UC.
Marco Cornez tuvo una carrera que le fue presentando diferentes obstáculos. Llegó a las divisiones inferiores de Universidad Católica con el fin de consagrarse. Sin embargo, el club que a la postre más se le asocia, no le dio su primera oportunidad. Tras salir de la cantera cruzada se fue a Palestino. Allí estuvo varios años, pero con algunas cesiones entre medio. Deportes Linares y Magallanes vieron sus pórticos ser defendidos por el fallecido golero.
Esto no lo privó, eso sí, de ser parte del plantel campeón de 1978 con los baisanos. En aquel año, compartió con algunos referentes del medio criollo. Elías Figueroa, por ejemplo, quién estaba de vuelta en el país en aquel año. El zaguero construyó un lazo de amistad muy grande con el arquero, que más adelante sería su compañero en la selección nacional. “Fue un hombre alegre, que como deportista trabajaba mucho en los entrenamientos. Muy dedicado”, dice al recordar a su ex compañero.
El mítico central conoció a Cornez desde joven, por lo cual rememora su personalidad y cualidades en sus primeros años de carrera. “De chico siempre era una garantía, rápido. Por eso fue un gran arquero. En el camarín fue una figura sobresaliente y como amigo también”, asegura don Elías a El Deportivo.
En el Palestino ‘78, Cornez no tuvo un rol protagónico, sin embargo, para Figueroa, esa experiencia fue decidora en el crecimiento del golero. “Teníamos grandes arqueros en ese equipo, por eso salimos campeones, porque los buenos equipos siempre parten desde un buen portero. Marco tuvo la suerte de compartir de joven con grandes arqueros como el Loco Araya y Quique Vidallé y estoy seguro fue una etapa de rico aprendizaje, que seguro le sirvió mucho”, sostiene.
Uno de los momentos complejos de la carrera de Elías Figueroa fue, precisamente, junto a Marco Cornez. En una práctica, el zaguero temió por su vida, sin embargo, a más de cuarenta años de aquel suceso, hoy no es más que una de tantas historias de la carrera de dos futbolistas que forjaron una gran relación. “Estábamos entrenando y Marco en un córner salió a despejar un cabezazo mío. Joven y lleno de energía, me golpeó y fracturó la costilla, la que me perforó pleura y pulmón”, rememora el porteño.
“Me quedé sin poder respirar, con sangre en los pulmones y se me pusieron labios y uñas moradas, me llevaron de urgencia a la clínica y el doctor Guillermo de la Paz le dijo a mi señora que se preparase para lo peor. Fue un momento difícil, pero pude salir adelante. Durante la recuperación, Marco fue todos los días a verme, a partir de eso, y aún pese a la diferencia de edad, ya que el era más joven, nos hicimos buenos amigos. Siento su partida, queda su recuerdo cómo futbolista de gran nivel y sobre todo de gran persona”, detalla don Elías.
Una personalidad especial
Esa energía a la que se refiere Figueroa, es algo que siempre caracterizó a Cornez. Una cualidad que se reflejaba dentro del campo. Se dice que para ser arquero hay que ser vivo y sin duda que lo era. Por ejemplo, recordado es que, jugando por Palestino, entraban tiros libres junto a Jorge Contreras.
El Coke, que más adelante ganó fama de especialista en la materia, le disparaba sin barrera al pórtico. ¿Para qué? Para poder disminuir el margen cuando enfrentarán a la UC, que contaba con otro que sabía de convertir de falta: Jorge Aravena. Ambos mediocampistas construyeron, a la postre, lazos inquebrantables con el fallecido guardavallas.
La primera vez que Marco Cornez ejecutó un penal, no fue gol. En 1989, malogró su disparo ante Deportes La Serena, jugando por la UC. De todas formas, esto no evitó que siguiera atreviéndose. Esa era una de sus características. Con el correr de las temporadas, el arquero fue perfeccionando su remate. Caracterizados por la potencia. Su temporada más goleadora la tuvo en 1993, cuando convirtió nada menos que siete goles con la camiseta de Deportes Antofagasta.
En la suma y resta, es el décimo arquero más anotador de la historia, con 24 conquistas. La mayoría de sus celebraciones en el pórtico rival fueron durante la década de los ‘90. Ahí se ganó la fama de arquero-goleador. Entre 1991 y 1998, el año de su retiro, defendió las camisetas de Antofagasta, Regional Atacama, Everton, Deportes Iquique, Coquimbo Unido, Palestino.
Su rendimiento no era el mismo que en sus mejores años, cuando fue campeón con la UC y seleccionado nacional, pero seguía marcando la diferencia. Además de sumar a su repertorio tan peculiar característica.
Descubriendo un talento
“Ya, yo soy arquera”. Con esa frase, Christiane Endler fue donde Marco Cornez y le comunicó que decidía seguir su consejo y cambiar la delantera por el pórtico. La mejor futbolista de la historia nunca olvidó lo importante que fue para ella y lo recordó, incluso, luego de ganar la UEFA Champions League el pasado sábado: “Cambió mi vida, fue mi primer preparador de porteras. Fue quien me hizo ser arquera. Espero que se sienta muy orgulloso”, declaró.
El otrora campeón con la UC no se restaba méritos, pero tampoco se atribuía los triunfos de Tiane. “Los méritos de ella (...) Es un premio a su esfuerzo, capacidad, horas de trabajo”, aseguró Cornez en alguna ocasión.
Durante sus últimos años, siguió ligado al balompié. Trabajando en ANFA. En conversación con El Deportivo, poco después de su diagnóstico de cáncer al estomago, detallaba su batalla contra la enfermedad como un partido. “El fútbol te permite luchar contra los rivales, trabajar semana a semana para los desafíos importantes”, expresaba, demostrando que su gran pasión lo acompañó hasta en las difíciles.
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