La pandemia fue el empujón que necesitaba Erika Olivera (44 años) para decidirse a volver a competir. “Tuve que crear formas de entrenar distintas. Corría en las calles, cerros o pistas y en el encierro tuve que reinventarme para no perder el físico y apoyar a otros con sus entrenamientos. Pero ahora necesitaba una motivación. Un objetivo post pandemia para mantenerme en esto”. dice diputada por el Distrito N° 9 desde marzo de 2018.
Su primera idea fue volver a las maratones, pero como aún no hay claridad ni fechas establecidas para su retorno a las calles, no lo vio concreto. Fue así como llegó a los Juegos Santiago Máster 2021: "Y me dije, aquí está la mía. Esta es mi motivación para volver “. Olivera sale a correr por las calles de Recoleta, que está en Fase 4 del Plan Paso a Paso, y algunos días en la madrugada por la costa viñamarina, cuando se queda en Valparaíso debido a sus labores parlamentarias.
Para su regreso a la competencia se inscribió en los 1.500 y 5.000 metros y competirá en la categoría 45 a 49 años. Como buena deportista y plusmarquista, el regreso viene con objetivos claros: batir el récord nacional en los 5.000 metros de la categoría. Una marca que posee una vieja conocida: Mónica Regonesi, quien en 2006 hizo un tiempo de 18′21”76, y, hoy con 59 años, también tiene los récords en las categorías 50 y 55 años.
“Cuando yo empecé a correr, la Mónica tenía todos los récords de Chile en las pruebas de fondo y mi meta siempre fue batirlos. Algo que logré y ahora voy a por estos”, sostiene Olivera.
Pero la victoria deportiva no es su único objetivo. Desde que está metida en la política, promover políticas públicas para el desarrollo del deporte ha sido su bandera de lucha, sobre todo en la infancia: “Es algo que todavía no se logra. Los porcentajes de obesidad siguen altos. Nos queda mucho por trabajar”.
Y la chilena con más Juegos Olímpicos a sus espaldas (cinco) también cree que hay que ocuparse del deporte en la vejez. Esta es otra de las razones por las que se inscribió en Santiago 2021. “Me interesa fomentar la práctica deportiva en la etapa adulta e involucrarme desde la vivencia personal para conocer las problemáticas y formas de trabajo del deporte máster. Y así poder levantar políticas públicas”, asegura.
“He comprobado que los deportistas máster se preparan tan responsablemente como un deportista de alto rendimiento, con la misma pasión. Esto sí o sí me traerá como consecuencia una mejor vejez y mejor salud”, cierra.