“Es peor para los futbolistas”: el torneo chileno vuelve después de uno de los recesos más extensos de Sudamérica
![Universidad de Chile vs Colo Colo, campeonato 2024](https://www.latercera.com/resizer/v2/4MIILI3TEZCSJOJ7DOAL4IQXRE.jpg?quality=80&smart=true&auth=97e470d619bebd55b7569d62953b152cfeeed5f9ded43f3583031260194b6405&width=690&height=502)
La actividad nacional demoró 67 días entre el 2024 y el 2025, solo superado por Perú que cumplirá más de tres meses. Curiosamente, los dos últimos países en las Eliminatorias. “Si estás más tiempo sin jugar, peor es para los futbolistas”, dice Néstor Clausen, campeón con Argentina en el 86. Mientras que entre el final y el inicio del torneo de Primera División, que parte hoy, pasaron 96 días.
Después de más de dos meses sin competición, el fútbol chileno pudo iniciar la temporada 2025 con el comienzo de la Copa Chile, el 26 de enero pasado. Un evento que trastocó los planes de la federación, la que esperaba dar el puntapié inicial con la postergada Supercopa, el mismo fin de semana. Encima, las negociaciones con el Sindicato de Futbolistas Profesionales, que amenazó con un paro, entorpecieron aún más el ya acontecido principio de la actividad.
De esa manera, después de más de dos meses, el profesionalismo vio en cancha un nuevo enfrentamiento. Y es que el fútbol en 2024 terminó de manera muy prematura, el 20 de noviembre pasado, cuando Universidad de Chile dio cuenta de Ñublense en la final de la Copa Chile. Desde ese día pasaron 67 días para que se disputara un partido en 2025. Marca que pone al balompié nacional como uno de los países con uno de los recesos más largos entre todos los miembros que componen la Conmebol. Algo que, incluso, repercute en los equipos nacionales.
Al tomar en cuenta solo el campeonato de la máxima categoría, la Liga de Primera como se llamará en 2025, demoró exactamente 96 días en ver acción, desde el final de 2024 (10 de noviembre) con la consagración de Colo Colo hasta este 14 de febrero cuando el balón vuelve a ponerse en curso.
Otras realidades
En el tope de estas prolongadas vacaciones está Perú, que cumplirá con más de tres meses sin actividad. La Liga 1, el torneo incaico, finalizó incluso antes que el chileno. Desde el 3 de noviembre de 2024 hasta el viernes 7 de febrero pasaron 96 días para que la pelota volviera a rodar en el Rímac, incluso después del inicio de la Copa Libertadores. Ninguna de las otras 9 naciones tiene una para tan prolongada entre temporadas.
Uruguay tampoco quiso esperar tanto para regresar a la actividad. Solo 51 días desde la final de la Copa de Uruguay, en la que Nacional le ganó a Defensor Sporting, el 6 de diciembre. La Supercopa de los charrúas se jugó el 26 de enero, con triunfo del mismo elenco de los tricolores sobre Peñarol, en el clásico de los orientales.
En la cuarta posición de este particular registro con recesos más extensos se encuentra Ecuador con 49 días. Así, Independiente del Valle y Liga Deportiva Universidad de Quito, último campeón del torneo en la mitad del mundo, cerraron el fútbol de ese país el 14 de diciembre. La pelota volvió a rodar el 1 de febrero con el duelo de la Supercopa entre el mismo cuadro capitalino y El Nacional. Exactamente tras siete semanas sin un partido profesional.
Paraguay, uno de los países con una selección nacional en ascenso, solo esperó 47 días para ver un nuevo choque profesional entre temporadas. Libertad ganó la final de la Copa de Paraguay 1-0 a Nacional de Asunción, el 6 de diciembre, para culminar en 2024. Eso duró hasta el 22 de enero, cuando el mismo monarca Gumarelo venció 2-1 al Olimpia del técnico Martín Palermo en la Supercopa de los guaraníes.
El mismo lapso que programó Venezuela, una de las ligas más modestas de toda la región. Deportivo Táchira se impuso a Carabobo en la final de la Primera División, el 8 de diciembre pasado. Menos de siete semanas después, exactamente 47 días, comenzó la versión 2025 del torneo con la disputa de la primera fecha, el viernes 24 de enero pasado, con dos enfrentamientos.
Colombia tampoco postergó tanto su competición profesional, con solo 40 días entre fechas de enfrentamientos profesionales. Desde el final de la Copa de ese país en la que Atlético Nacional venció a América de Cali, el 15 de diciembre, el inicio de la primera división en 2025 vio acción el viernes 24 de enero.
Un capítulo aparte merece el campeonato boliviano. Después de una serie de recursos judiciales y férreas negociaciones por derechos de TV, el fútbol altiplánico sigue a la deriva. En medio de ese desorden, todo apunta a que la temporada 2025 comenzará solo en abril, en un solo torneo de todos contra todos
Contrastan las potencias
Al otro lado de este análisis están las dos naciones más importantes de este lado del mundo, en lo que a fútbol se refiere. Un caso emblemático es el de Argentina, último campeón en Qatar 2022, que demoró un mes en reiniciar sus actividades. El último duelo profesional del año pasado se jugó el 22 de diciembre, cuando Estudiantes de La Plata derrotó s Vélez Sarsfield, el vigente campeón en la máxima categoría. Solo 31 días pasaron hasta que Boca Juniors comenzara su rodar en la Copa Argentina.
“Claramente, esta falta de continuidad en los campeonatos nacionales repercute también en las selecciones nacionales. La competencia es lo que te hace crecer y si estás más tiempo sin jugar, peor es para los futbolistas de tu país. Los tres primeros en comenzar deberían ser los que están más comprometidos en las Eliminatorias Sudamericanas, como son Chile, Perú o Bolivia; algo que claramente no está ocurriendo. En la organización del fútbol, todo tiene que ver con todo”, dice a El Deportivo Néstor Clausen, campeón del mundo con Argentina en México ‘86.
Brasil es un caso más emblemático. El país más grande de Sudamérica tiene cuatro torneos por temporada, que en orden cronológico son los siguientes: los campeonatos estaduales, la Copa de Brasil, los equipos que juegan Libertadores y Sudamericana, además del Brasileirao que es la liga nacional. Nutrido calendario que otorga a cada equipo una media de más de 60 duelos anuales. Solo en este año, la actividad entre 2024 y 2025 demoró solo 35 días.
“Para un país, más de un mes y medio sin fútbol profesional es demasiado tiempo. El futbolista pierde continuidad, porque el ritmo de juego se consigue con partidos profesionales. No es lo mismo disputar amistosos, donde no hay exigencia y se hacen muchos cambios, es diferente la dificultad en un partido por los puntos. Sinceramente, es una paradoja que los equipos más débiles en la carrera clasificatoria demoren tanto en iniciar sus torneos, porque muchos de esos profesionales de clubes nacionales son el mayor aporte a las convocatorias, como en Chile o Perú. En Uruguay no es tanto, porque el 95% de los seleccionados llegan de otros países”, asegura el uruguayo Mario Saralegui, ganador como jugador de la Copa Libertadores con Peñarol y River Plate, además de la Copa América de 1983 con la Celeste.
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