Ilkay Gündogan es la nueva figura del Barcelona. El alemán fue anunciado como el nuevo fichaje de los azulgrana, a los que se incorporó por dos temporadas, con opción de extenderla a una tercera en virtud de variables asociadas al rendimiento que exhiba en el plazo original. También quedó establecido que quien se anime a sacarle antes de tiempo de la Ciudad Condal tendría que animarse a realizar una exorbitante inversión: fue blindado con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. La responde a su reforzado estatus: llega después de destacarse en una escuadra que sumó la Champions League, la Prmier League y la FA Cup. Y, muy probablemente, a otro factor no reconocido: la irrupción de los capitales árabes y norteamericanos como captadores de los grandes talentos.
En el mundo, todos saben quién es Gündogan. Desde hace bastante tiempo, de hecho. Todos, menos Alexis Sánchez. Al menos hace un tiempo. De la época en que el tocopillano brillaba en el Arsenal se recuerda una sabrosa anécdota, que tiene como co-protagonista a otra figura nacional: Claudio Bravo.
¿Quién es?
En 2016, Sánchez era una de las figuras de la Premier League. Vestía la camiseta del Arsenal y, literalmente, todo lo que intentaba le resultaba. Gündogan, en cambio, enfrentaba una situación trágica. Había sufrido una grave lesión: la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. La dolencia es lapidaria para todos los deportistas y el germano no sería la excepción, pues se perdería el resto de la temporada.
Sus compañeros en el City, Bravo incluido, le testimoniaron su respaldo. Al margen de las acciones privadas, hubo una pública: todos salieron a la cancha vistiendo la casaquilla que solía utilizar el mediocampista, con su apellido y el número 8 en la espalda. El gesto, naturalmente, produjo solidaridad y los correspondientes aplausos.
A Sánchez, en cambio, tuvieron que explicarle lo que pasaba. La anécdota quedó en evidencia a través de imágenes que lo mostraban pidiéndole explicaciones a Bravo por la prenda que llevaba mientras ambos transitaban hacia el campo de juego. “¿Es un juvenil?”, le pregunta el Niño Maravilla. “No, es que se cagó la rodilla”, le contesta el histórico capitán de la Roja.
Admiración
Gündogan, en cambio, sí sabía quien era Sánchez. De hecho, no ahorraba adjetivos al referirse a su figura. “¿Que si conozco a Alexis Sánchez? Claro que sí, es una gran estrella del Arsenal, y uno de los mejores delanteros de la Premier. Le deseo lo mejor”, declaró tiempo después a As.
En ese diálogo, también tuvo conceptuosas referencias para Bravo. “Es una gran portero, por algo fue titular en Barcelona, y espero que tengamos una gran temporada juntos”, expresó.
Ahora, el mediocampista es, con toda propiedad, una figura del fútbol mundial. Lo ha justificado en sus pasos por el Borussia Dortmund y el City, además de la selección de su país. En esa condición, les habla a los fanáticos del equipo blaugrana. “Estoy muy feliz de fichar por el Barça. Emocionado por este nuevo reto y de unirme a este magnífico club. Nos vemos pronto. Fuerza Barça”, declara en un mensaje que fue difundido por las redes sociales del club.