Anatoliy Tymoshchuk no solo es el futbolista que más partidos jugó por la Selección de Ucrania, sino que es todo un emblema para el fútbol de su país. Jugó un Mundial, ganó múltiples títulos a nivel de clubes, entre ellos, la UEFA Champions League con el Bayern Múnich. Era un orgullo nacional. Era. En tiempo pasado, porque en cosa de días pasó de ídolo a traidor.
Su silencio en medio de la invasión rusa ha generado la ira de los distintos estamentos del fútbol ucraniano. Actualmente, es el segundo entrenador del Zenit de San Petersburgo, uno de los equipos grandes de Rusia, por lo que ha preferido no emitir declaraciones sobre la guerra entre ambos países. Este accionar provocó el repudio de su nación.
“Como dijo Shevchenko, tenemos menos miedo a los piojos de Moscú que a las liendres ucranianas. Esta es una liendre ucraniana. Como dicen, con liendres como esa, no necesitas tener enemigos”, afirmó Grigory Kozlovsky, presidente del Movimiento Popular de Ucrania.
No solo palabras
Desde la Federación Ucraniana de Fútbol decidieron quitarle la licencia de entrenador. Además, borraron todo registro de su pasado como jugador de la selección y le quitaron los siete títulos que consiguió en el fútbol de Ucrania.
Tymoshchuk destacó como jugador en el Zenit ruso y disputó más de un centenar de encuentros en el Bayern Múnich. Sin embargo, la mayoría de sus logros fueron en el Shakthar Donetsk, claro que su debut se dio en otra institución: el Volyn Lutsk.
Con la casaca de su selección disputó 144 partidos oficiales, en los que anotó con cuatro goles y dio cuatro asistencias. Fue al Mundial de 2006 y jugó los cinco partidos. Claro que nada de esto está en los registros de su país hoy en día.
En Ucrania, la acusación oficial es haber violado la cláusula 1.4, parte 4 del artículo del Código de Ética y Juego Limpio de la Asociación.
En un comunicado, la Federación expresa que: “Desde el comienzo de la agresión militar de Rusia contra Ucrania, Tymoschuk, excapitán de la selección, no solo no hizo declaraciones públicas al respecto, sino que tampoco detuvo su cooperación con el club del agresor”. Sin ambigüedades, agregaron que su decisión “daña la imagen del fútbol ucraniano”.
“En momentos en que otro ex club suyo, el FC Bayern Munich, publica declaraciones y realiza acciones de apoyo a Ucrania, Anatoliy sigue callado”, suman al escrito.