Tal y como se anticipaba en la previa, el duelo entre el Real Madrid y el Atlético se vio marcado por una serie de polémicas. Según dieron a conocer los medios españoles durante la semana, los hinchas del Colchonero habían amenazado con realizar una serie de cánticos racistas en contra de Vinicius Júnior, que hasta incluían el uso de cubrebocas para no ser identificados.
En ese sentido, como una muestra del tenso ambiente que buscaba imponer la parcialidad local hacia la figura del brasileño, las gradas se hicieron sentir desde el inicio con una silbatina monumental cada vez que el delantero tomaba la pelota y encaraba hacia el arco de Oblak.
Ante las burlas, Vinicius trataba de hacer oídos sordos y mostraba sus dotes con el esférico. Justamente, así llegaría la apertura de la cuenta para los blancos. Cuando corría el minuto 64, el surgido del Flamengo desbordó y lanzó un centro que encontró a un solitario Eder Militao. Allí, el defensor controló y fusiló al guardameta esloveno con un remate potente para desatar el júbilo de sus compañeros y de Carlo Ancelotti, que lo celebró con puños apretados en el banco.
La alegría visitante era evidente, ya que se ponían a una unidad del Barcelona en la cima de LaLiga. Sin embargo, apenas un minuto después, el partido sufrió un inesperado vuelco que obligó a paralizar las acciones. En medio de la ejecución de un tiro libre en su área, Thibaut Courtois se acercó a Busquets Ferrer, árbitro del cotejo, para denunciar que los aficionados del Atlético le estaban lanzando una serie de objetos, tales como encendedores y monedas.
En consecuencia, el juez central del compromiso tomó la determinación de paralizar las acciones y mandó a los jugadores de ambos alencos con rumbo hacia los vestuarios, mientras el Cholo Simeone y Josema Giménez trataban de apaciguar los ánimos de los iracundos hinchas.
Cuando el reloj marcaba los 10 minutos de paralización, se anunció por los megáfonos que la acción retornaba luego de un calentamiento previo. De esta manera, los 22 protagonistas retornaron a la cancha y continuaron con el cometido.