En Francia se vive un verdadero escándalo. Corría el minuto 43 del duelo entre el Olympique de Lyon y el Auxerre, que no lograban romper el cero, cuando ocurrió se desató la polémica.
El árbitro Jeremy Stinat desestimó un posible penal de Gideon Mensah tras un derribo a Georges Mikautadze. Sin embargo, el juez fue llamado por el VAR, incluso cuando anterior a la infracción había señalado un saque de puerta.
El juego se detiene y, tras revisión, el réferi decide señalar la pena máxima. El cobro desató la furia del equipo visitante, principalmente al entrenador Christophe Pelissier.
El ayudante técnico terminó expulsado por los reclamos. Incluso, la furia llegó a tal punto que el estratega le pidió a sus pupilos que abandonaran el terreno de juego del Groupama Stadium.
En ese sentido, antes de que el Lyon pateara el penal, el capitán del Auxerre, Jubal Mendes, le pidió al árbitro la ‘reserva técnica’, algo que fue confirmado por el presidente del club en el descanso. El cotejo terminó con controvertido empate 2-2, pero esto podría cambiar.
¿Qué es la reserva técnica?
¿Pero qué fue lo que hizo el Auxerre? La reserva técnica es un mecanismo de ‘protesta formal’ implementado en la Ligue 1. Es básicamente un documento que busca impugnar alguna decisión arbitral. Si se demuestra que la reserva técnica es fundada, el encuentro podría llegar a repetirse.
Según el reglamento de la LFP, puede haber consecuencias. La primera es que revise el resultado si la determinación del juez influye en el marcador final. De ser así, la segunda conlleva sanciones para el réferi involucrado en la decisión.
La tercera norma indica que el encuentro se debe repetir, por lo que el Lyon y el Auxerre volverían a jugar. Finalmente, la cuarta consigna una multa o penalización para el club que realice la reserva técnica en caso de que esta sea infundada.
“Al final del partido, el árbitro registrará la ‘reserva técnica’. La negligencia técnica solo se considera si la comisión competente considera que afecta al resultado final. Para seguir su curso, esta reserva debe transformase en una reclamación enviada, en un plazo de 48 horas, por carta a la sede de la Liga de Fútbol Profesional”, indica el artículo 559 de la LFP.
“La Liga de Fútbol Profesional transmite, para su decisión, el expediente a la Comisión Federal de Árbitros de la FFF. Este último ordena la homologación del resultado o decide que el partido debe volver a jugarse”, concluye el reglamento.