El estadio Lucio Fariña vivió un verdadero escándalo. Paulo Garcés, arquero y capitán de Unión San Felipe, y el defensor argentino Facundo Monteseirín fueron detenidos al protagonizar la agresión a un guardia del recinto deportivo tras la derrota ante San Luis de Quillota.

El conjunto aconcagüino perdió por 2-1 ante los canarios. El resultado estuvo marcado por lo realizado por los árbitros del encuentro, que anularon una anotación que pudo significar un agónico empate.

Tras la desestimación del tanto y el posterior pitazo final, el plantel de San Felipe se lanzó contra los jueces, concretamente contra el guardalíneas David Pizarro. Los réferis fueron rodeados, increpados y amenazados. Es por ello que la seguridad del Lucio Fariña intervino, intentando separar y apaciguar el momento. Sin embargo, los futbolistas respondieron con agresiones.

Bochorno en Quillota

Se desató la furia entre los futbolistas de Unión San Felipe, que se abalanzaron sobre la terna arbitral y posteriormente contra la seguridad del evento.

En medio de los disturbios y reclamos, un guardia denunció haber sido agredido por Garcés y Monteseirín. A raíz de esto, Carabineros ingresó al Lucio Fariña y procedió con la detención de ambos jugadores.

“Vi a un guardia estar peleando con uno de nosotros, no sé porqué se meten los guardias. Nosotros fuimos, obviamente, a encarar al árbitro, porque nos cuesta un gol. Todo el esfuerzo que hicimos en el primer tiempo... nos cagan como siempre. Perdón por la expresión, pero es así”, aseguró Axel León, tras el encuentro, en la transmisión de TNT Sports.