Desde temprano, el básquetbol chileno desayunó con la amargura de saber que uno de los suyos partió. El fallecimiento del mítico pívot Juan Ostoic, parte de la selección chilena de básquetbol que compitió en dos Juegos Olímpicos (Helsinki 1952 y Melbourne 1956) y que consiguió el histórico e irrepetible tercer lugar en un Mundial de Buenos Aires 1950, sacudió a compañeros de distintas generaciones.
“Cuando llegué a Santiago escuchaba de sus hazañas, que eran como escuchar cuentos fantásticos para nosotros, era soñar”, recuerda Iván Herrera, histórico base chileno.
Herrera escuchó de sus proezas durante los 70, cuando el romanticismo por este deporte se trasladaba a intensos debates en el Café Haití, en los que participaban jugadores ex jugadores y los cronistas de la época. “Nos juntábamos con muchos. Esos relatos de don Juan, que siempre fue un gran hombre, muy sabio y abierto con los más jóvenes, marcaron mi vida”, recuerda de aquellas tertulias, en las que los mensajes se dejaban escritos en pequeños papeles, escondidos entre la barra del café.
Manuel, su hermano, leyenda del básquetbol chileno y del Maule, también lo rememora. “Él fue como representante de los entrenadores chilenos a la gira histórica gira que la Selección hizo en Estados Unidos con Dan Peterson, así que lo conocí muy bien. Era una excelente persona, amaba este deporte”, asegura.
Otro que también lo recuerda bien es Patricio Briones. Desde sus inicios como basquetbolista, el de El Bosque escuchó las vivencias y observaciones del pívot, claves para su posterior carrera. “Era una persona muy cercana, casi paternalista. Siempre estaba en el palco del gimnasio Nataniel para ver los partidos de Banco Estado, mi primer club. ‘Debes jugar mirando hacia el frente, atrévete a atacar, usa el gancho y atrévete a hacer cosas’, eran sus consejos. Me marcó, porque me enseñó a jugar de frente”, destaca el poste, icono del básquetbol chileno desde finales de los 90.
Además, Briones destaca su rol como difusor del básquetbol nacional: “Siempre colocaba alguna figura del básquetbol chileno en sus puzles, o al menos alguna referencia a nuestro deporte, que es algo que también marcaba mucho”.
“Un fuerte abrazo a los cercanos de Juan Ostoic. No solo tiene un legado deportivo: sabemos que también era una persona llena de ingenio, creatividad y de un sentido del humor muy particular. Acompañamos en el dolor a sus cercanos y al diario La Tercera, donde era muy querido. Que en paz descanse”, lamentó la Ministra del Deporte, Cecilia Pérez.
Miguel Ángel Mujica, presidente del COCh, también quiso despedirlo en nombre del olimpismo nacional. “Lamentamos sinceramente su fallecimiento, fue uno de los protagonistas de la época dorada del básquetbol chileno, y luego llevó todo su conocimiento a una exitosa carrera como entrenador. Esperamos que su figura sea ejemplo para muchos jugadores y jugadoras durante los próximos años”, comentó.
Muchas fueron las generaciones que recibieron los consejos, palabras o alguna sonrisa de Juan Ostoic. Su figura fue influencia para todo el básquetbol chileno, que hoy lo despide como un protagonista de la historia grande del deporte criollo.