Por la cuenta mínima cayó el PSG ante el Olympique de Marsella en el Parque de los Príncipes en un duelo marcado por las polémicas. El marcador pasó a segundo plano, siendo las cinco expulsiones y 12 tarjetas amarilla la noticia del vergonzoso clásico del fútbol francés.
En el 31′ Florian Thauvin anotaba el único tanto del encuentro, pero las acciones que acaparan las portadas ocurrieron en los descuentos. Kurzawa (PSG) y Jordan Amavi (OM) eran los primeros expulsados por una discusión a puñetazos en el centro del campo. A ellos se le sumaron dos argentinos, Paredes (PSG) y Benedetto (OM). Los cuatro en el 97′ por la batalla campal que prácticamente incluyó a todos los jugadores en cancha.
Pero aquel enfrentamiento no fue todo. Antes, en el 36′, Álvaro González alegó un escupo por parte de Di María, lo que incluso fue revisado en el VAR, pero la acción del argentino no impactó en el rostro del defensa como alegaba, por lo que continuó el partido.
El cierre de las polémicas lo protagonizó Neymar, el último en recibir cartulina roja, en el 99′. Eso, por golpear al mismo González. Pero el brasileño no se retiró como si nada, sino acusando racismo del español. “Es un racista, por eso le pegué”, dijo el volante al dejar la cancha.
Tras el partido, el brasileño siguió manifestando su descontento contra González. “Lo único que lamento es no estar en la cara de este pendejo”, publicó en Twitter. Luego, contó lo que le dijo el defensa: “Mono hijo de puta”. Así, con polémicas que de seguro se extenderán a la semana y pasarán a castigos, termina un nuevo clásico de la Liga Francesa.