España arruina la celebración de Francia y se corona con la medalla de oro del fútbol masculino en París 2024

Se terminó el fútbol de París 2024 con una postal que costará sanar en Francia. España le arrebató la medalla de oro a la selección local tras imponerse por 5-3, en un verdadero partidazo en la final. Los actuales campeones de Europa hicieron inútil la remontada gala y coronaron un presente brillante con el segundo metal dorado de su historia en los Juegos Olímpicos.

El Parque de los Príncipes se tiñó de azul para afrontar una esperada definición, marcada por una histórica rivalidad entre dos países, que por siglos la han llevado a todas las instancias posibles. Lo social, cultural o deportivo no se quedan fuera.

Casi 49 mil espectadores repletaron el recinto parisino para presenciar el fin del maleficio en las citas olímpicas. La última presea dorada gala en el fútbol masculino data de Los Ángeles 1984. Al frente se plantó un país en una situación similar, que no ganaba el oro desde Barcelona 1992 y sufrió en la final de Tokio 2020. La Furia Roja, probablemente el equipo a batir en el certamen, llegó como favorita y con dos campeones de Europa en su plantel: Fermín López y Álex Baena. Justamente, los que lideraron al equipo a la victoria. También buscaban vengar a la femenina, que se quedó abajo del podio tras perder por la mínima con Alemania.

Los pupilos de Thierry Henry comenzaron mejor, presionando y apretando arriba. Solo once minutos les bastó para romper el cero y ponerse en ventaja. Un mal despeje de Baena quedó en el área. Enzo Millot sorprendió con un remate que complicó a Arnau Tenas. Flojísima respuesta del portero del PSG.

Todo era celebración para los locales, pero sería un espejismo. La Furia Roja reaccionó rápido. Fueron diez minutos de asedio constante, donde se marcó una diferencia notoria. En el 18′, Fermín definió una asistencia de Baena. Remate de borde interno ajustado al palo para empatar.

El volante del Barcelona tomó las riendas de su equipo, tal como ha hecho en todo el certamen, y marcó su sexta anotación en el 25′. Capturó un rebote y anotó con el arco a su disposición, enmudeciendo el Parque de los Príncipes. Ya era un verdadero partidazo, pero habría más.

Dos minutos después vino un golazo de Baena. Puso el tercero con un tiro libre que ingresó por el ángulo, dejando parado al meta Guillaume Restes. Fue un pincelazo, una obra de arte.

En el cierre del primer tiempo, Tenas se resarciría de su error y se convertiría en figura para sostener el resultado, algo que se repetiría durante el complemento. Francia salió de los vestuarios en busca de algún descuento. Comenzaron a empujar a España sobre su arco, aunque con más ganas que buen fútbol. Lo imponente y jerárquico del equipo parecía no funcionar. Los pocos recursos colectivos, que han sido una tónica en el torneo, salieron a relucir. La diferencia es que ahora no aparecía la categoría de Lacazette, Mateta u Olise para salvarlos.

Les Bleus demostraron tener más fondo físico, mientras que la Furia Roja se replegó al quedarse sin energía. A medida que pasaba el tiempo, la desesperación aumentaba. A falta de poco más de diez minutos, Maghnes Akliouche marcó un descuento, pero aún no era suficiente.

Tras un grosero e innecesario agarrón en el área de Miranda, el juez fue al VAR y señaló penal. En el tercer minuto de añadido, Mateta no falló y desató la algarabía en Francia y mandó el partido al tiempo extra.

No obstante, el alargue se decantó para los hispanos. Adrián Bernabé filtró un pase que dejó mano a mano a Sergio Camello, que picó la pelota ante la salida del portero. Locura en el banco español y silencio en todo Francia. Golazo.

Con los 120′ cumplidos y un largo pase de Tenas, el atacante volvió a marcar. Selló la obtención de la medalla de oro y quedó en la historia del deporte de su país.