Se dio la lógica. España está en los octavos de final de la Copa del Mundo. El tema es que lejos de su condición de favorito, el cuadro rojo dejó una imagen bastante gris, tanto dentro como fuera de la cancha. Su empate ante Marruecos por 2-2 fue la rúbrica de un presente con más dudas que certezas.
Lo bueno para el equipo de Fernando Hierro es que al mismo tiempo Portugal daba cuenta de Irán. Porque en su propio partido, los campeones de Sudáfrica 2010 simplemente no cumplían con la mínima exigencia que se le impone a un conjunto plagado de estrellas.
Errores, falta de coordinación, payasadas... España ha sido un concierto de varias jugadas de ese tipo. El primer gol de los marroquíes, obra de Boutaib (14'), llegó justamente gracias a una grosera equivocación conjunta entre Sergio Ramos e Iniesta. El delantero encaró sin marca a De Gea y definió entre las piernas del portero.
Poco se demoró la Furia en dar con el empate. Fue gracias a su mejor jugador en Rusia, Isco, quien cerró con maestría un centró atrás de Iniesta. El gol fue a los 19' y poco más se vio en el primer tiempo. En el complemento no cambiaron mucho las cosas, con España como dueño absoluta de la pelota, pero sin la profundidad para marcar diferencias en el marcador.
De hecho fue Marruecos el que conquistó el segundo gol, a través de En-Nesyri, quien ganó un cabezazo en el corazón del área y dejó parado (nuevamente) a De Gea. Hasta ahí, una vergüenza para los ibéricos. Hierro mandó a sus jugadores a buscar el empate con todo, pese a que la clasificación todavía estaba en el bolsillo.
Pero apareció el VAR y en cosa de minutos todo cambió. Porque en el partido de Portugal se decretaba penal para Irán (que fue el 1-1), mientras que en Kaliningrado el video daba como válido un gol de Iago Aspas, que el juez Irmatov había anulado por una posición de adelanto inexistente.
De la nada, en cosa de segundos, España pasó a comandar el grupo. Ahora se medirá con Rusia, el dueño de casa, a la caza de los cuartos de final y también en busca de las respuestas que le permitan corresponder a su condición de selección estelar de la Copa del Mundo.