España sale vivo con polémica de una batalla ante Alemania. Los españoles comenzaron ganando, pero les anotaron el empate en el 89, estirando todo al tiempo extra. Ahí, no sancionaron un penal a favor de los locales y finalmente Mikel Merino decretó el 2-1 en el minuto 119. Drama total en uno de los duelos más esperados de esta Eurocopa.
Los dos mejores equipos del torneo se enfrentaban en unos cuartos de final de infarto, una final anticipada por donde se le viera. Tanto España como Alemania avanzaron primeros en sus grupos y mostraron su poderío en los octavos, logrando no solo victorias, sino que también mostrar una imagen que otros países como Francia, Inglaterra o Portugal no han podido dar. Ambas selecciones juegan un fútbol fluido, con ideas claras y grandes individuales.
Por lo mismo el plan de ambos fue comenzar cortando líneas y marcando al límite. Hubo choques y cruces en los primeros minutos, los que entre otras cosas provocaron una tempranera lesión de Pedri. El mediocampista del Barcelona quería comandar una salida rápida cuando fue embestido por Toni Kroos, quien pasó a llevar su rodilla con excesiva fuerza. El español intentó volver al campo, pero tuvo que ser sustituido cuando recién el reloj marcaba ocho minutos. Pese que a el emblema alemán no recibió tarjeta por esa jugada, pasada la media hora de partido ya tres jugadores tenían amarilla en sus espaldas y seis faltas cobradas en contra de cada escuadra.
Un estilo agresivo, de poco juego, que fue cambiando cuando comenzó el segundo tiempo. La misma necesidad del partido llevó a que los dos equipos encontraran más espacios y que los ataques fueron más directos. Fue así que España encontró el premio en el minuto 51 con un gol que cambiaba la lógica del encuentro, porque pese a que no hubo grandes chances hasta ese entonces Unai Simón había sido el arquero que más trabajo había tenido.
Y ese asedio volvió a darse en los últimos minutos. Una Alemania lanzada atacó al arco español hasta encontrar la fragilidad. Fue cuando solo quedaban 60 segundos para completar el tiempo reglamentario, desatando la locura de un Mercedes-Benz Arena que volvía a encontrar el oxígeno. Para España en cambio, un golpe del que le costó reponerse.
En el tiempo extra quedó claro que los campeones del mundo de 2010 estaba choqueados. Sin ideas y con el nerviosismo de haber recibido una anotación cuando ya pensaba en las semifinales, pasaron muchos problemas en los primeros 15 minutos. Y todo se intensificó cuando en la primera jugada del segundo tiempo Cucurella golpeó la pelota con su mano. Fueron segundos drama, que increíblemente terminaron en alivio español, ya que el VAR no cobró el penal.
Un cobro que hará ruido durante mucho tiempo, ya que cuando quedaba un minuto en el tiempo extra, España encontró un gol que los vuelve a poner entre los cuatro mejores del Viejo Continente. Un premio polémico por el no penal cobrado al lateral del Chelsea, pero que le llega a una selección que ha brillado a lo largo del torneo.
Con la seguridad de ser la selección más fuerte de la copa llegarán a las semifinales de un torneo que ha ganado en tres oportunidades. Esperan que este 14 de julio sea el turno de la cuarta y la primera desde 2012.
Así la Eurocopa se queda sin su local y de paso también se concreta el retiro de Toni Kroos, quien había anunciado que su última competencia profesional iba a ser el torneo de naciones. Con el Real Madrid dijo adiós levantando la Champions League y ahora con Alemania tendrá que hacerlo masticando una derrota que duele, sobre todo por las expectativas que había sobre una selección que sigue sin poder instalarse en semifinales de un torneo oficial desde que fue campeón, ante Chile, de la Copa Confederaciones de 2017.