La madurez y la riqueza de España la tienen muy pocas naciones en el mundo del fútbol. Así quedó de manifiesto en la semifinal del fútbol masculino de París 2024 en el Vélodrome de Marsella, donde el equipo europeo venció 2-1 con remontada a Marruecos para meterse en la lucha por el oro.
Porque el cuadro africano no se amilanó frente a la alcurnia de los jugadores hispanos. Desde el comienzo, planteó un equilibrio en la mitad de la cancha y comprometió a los europeos con su velocidad.
Y aunque el barcelonista Fermín tuvo dos claras en la primera media hora, lo cierto es que fue la sorprendente selección magrebí la que dio el primer golpe en el sur de Francia.
A los 33 minutos, Pablo Barrios derribó a Amir Richardson en el área. Si bien el cuerpo arbitral no advirtió la falta en el momento, sí lo hizo el VAR que avisó al juez central para que cobrara el penal.
Oportunidad que el marroquí no dejó escapar. Soufiane Rahimi engañó por completo al meta hispano Arnau y puso el 1-0 para sorpresa de los marselleses, a los 37′. En la celebración, el africano se lo gritó en la cara a los españoles y se ganó la amarilla.
Remontada ibérica
Pero los Leones del Atlas de refugiaron en su ventaja. Apostaron por la velocidad de sus jugadores y se replegaron para administrar la diferencia que los ponía en la final.
Eso, hasta que Fermín encontró los espacios que no logró en la primera parte. Así, a los 66 minutos, el jugador de proyección del cuadro culé aprovechó la indecisión de los marroquíes.
Los africanos intentaron una reacción. Cuatro más tarde del gol ibérico Richardson aprovechó una mala salida de Miguel Gutiérrez, pero no pudo darle dirección a su disparo.
A cinco minutos del final del tiempo reglamentario, el equipo español logró dar vuelta las cifras. Fermín habilitó de manera perfecta a Juanlu, quien remató cruzado para el 2-1 de los europeos.
Fue suficiente para conseguir una nueva final olímpica, la misma que los hispanos perdieron ante Brasil en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Un oro que los ibéricos no obtienen desde Barcelona ‘92.