Argentina se alista para enfrentarse a Marruecos, en el inicio de la competencia del fútbol en los Juegos Olímpicos. Como sucede en todos los eventos internacionales, antes del puntapié inicial se entonan los himnos nacionales. El de los transandinos apenas se escucha. Lo tapan las sonoras pifias de los hinchas franceses. Del especial espíritu que suele rodear al máximo evento deportivo a nivel mundial, hay poco.
Apenas empezaron a sonar los primeros acordes de la canción nacional transandina, los fanáticos franceses pasaron una cuenta que parece abultada. Los resquemores nacieron en el Mundial de Qatar, que precisamente perdieron ante el equipo de Lionel Messi y Lionel Scaloni, y se acentuaron después del polémico festejo de Enzo Fernández después de obtener la Copa América en Estados Unidos.
Momento tenso
El volante del Chelsea recordó un repudiable cántico que surgió en el evento que se desarrolló en el país asiático, que tiene evidente carácter discriminatorio. De vuelta, recibió directas reacciones de sus compañeros galos en el Chelsea y hasta el anuncio de una investigación por parte del propio club inglés. La llama volvía a estar encendida.
Lo que se vio en el estadio Geoffrey Guichard, en Saint Etienne, fue un momento evidentemente tenso. Aunque se vieron sorprendidos, los futbolistas argentinos reaccionaron estoicamente frente a la muestra de rechazo. Los jugadores se mantuvieron abrazados y, en su mayoría, silentes mientras la melodía transcurría.
Algo más activo se pudo observar al técnico Javier Mascherano, quien, a diferencia de sus pupilos, optó por cantar la letra
El incómodo momento, que recordó una reacción en el Mundial de Italia, en 1990, cuando el público local también se manifestó ruidosamente en la misma circunstancia, estimulado por el rechazo a la figura de Diego Maradona, terminó con un aplauso a modo de arenga de los futbolistas que defenderán una de las opciones sudamericanas a medalla en el balompié olímpico.