Dani Alves vive el peor momento de su vida en la cárcel Brians 2 y actualmente está a la espera de una sentencia de la justicia española para ver si debe pasar largos años tras las rejas o se le declara inocente. Esta demora en la resolución de la corte lo tienen al borde de la desesperación, a tal punto que desde la prisión han tenido que implementar un “protocolo antisuicidio” para evitar que el otrora defensor se quite la vida, según dicen desde España.

“Está deprimido”

El compañero de celda de Alves se apoda Coutinho. Bastante alejado de ser el ex delantero del Liverpool y el Barcelona, este recluso conversó con los medios de la Ciudad Condal para entregar detalles de cómo vive él y el brasileño al interior de la celda. “A raíz del juicio, pues le ha pegado el bajón. Está como deprimido, cabizbajo. Los educadores y funcionarios le están arropando”, señaló el reo.

El estado anímico del ex zaguero de la Verdeamarela luego de declarar en el juicio en el que se le imputa un delito de agresión sexual descendió a tal punto, que en el centro penitenciario debieron extremar la precaución y activar un inusual procedimiento. Se trata de una medida que previene que los presos atenten contra su vida y encuentren ayuda y soporte psicológico en su estadía en prisión. “Por miedo que se cortara o que intentara hacer alguna locura o historias de esas. Estuvo el día después del juicio con ese protocolo”, agregó Coutinho a Mundo Deportivo.

En su rutina diaria, el ex blaugrana debe realizar tareas de limpieza y mantenimiento en la mañana, y durante el resto del día pasa la mayor parte del tiempo realizando ejercicio en el patio del módulo. Ya son cerca de 12 meses los que lleva privado de libertad en tierras catalanas.

Sin embargo, el plan no sería permanecer mucho tiempo más ahí. De acuerdo a las declaraciones del preso que lo acompaña en su cuarto compartido, la leyenda del Barça planeó su fuga en los días previos a la sentencia final. “A este si le dan la libertad provisional a la espera de juicio, coge y se va para Brasil fijo”, reveló. En consecuencia a esta “chivatada”, en España aseguran que la relación entre ambos está rota, ya que el brasileño no esperaba que su propio compañero de celda contara a todo el país sus planes de cara al juicio.

La audiencia final para el deprimido Alves está fijada para los últimos días de febrero, y en el caso de ser ratificados los cargos en su contra, permanecería cerca de nueve o 10 años tras los barrotes del Centro Penitenciario Brians 2.

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