Esteban Paredes le confiesa a Johnny Herrera la cruda burla de su mujer el día en que la U goleó a Colo Colo
En un diálogo con exarquero azul, el histórico goleador albo repasa la peculiar situación que vivió en su hogar después del histórico 5-0 en el Nacional.
El 29 de abril de 2012 es una fecha que tiene una doble lectura igualmente intensa. Para los hinchas de Universidad de Chile se trata de una efeméride. Ese día, en el Estadio Nacional, la escuadra que dirigía Jorge Sampaoli, que arrastraba el envión de una memorable campaña en la temporada anterior, que incluyó la obtención de la Copa Sudamericana, arrasó con Colo Colo. Se impuso a los albos por un 5-0 inolvidable, que hasta hoy sirve para aliviar, en algo, una estadística histórica claramente desfavorable.
Difícilmente los laicos van a olvidar la estructura de esa goleada, que en Macul aún es considerada una afrenta. Marcelo Díaz, Matías Rodríguez, en dos ocasiones, Igor Lichnovsky y Ángelo Henríquez estructuraron un triunfo tan elocuente como inolvidable. La última consideración también incluye a los fanáticos del Cacique.
La burla a Paredes
Esteban Paredes, de historial glorioso en los enfrentamientos ante los laicos, cuenta entre sus decepciones más profundas la que sufrió en esa jornada en Ñuñoa. Un día en que a los albos no les salió absolutamente nada. Incluso, Mauro Olivi, quien había llegado a Macul después de ser el jugador sensación de la temporada anterior, se fue expulsado después de una actuación deplorable, que coronó con una patada artera sobre Díaz, que le costó la expulsión.
Sin embargo, lo peor para el Tanque llegaría en su espacio más íntimo: cuando volvió a su casa. Ahí se encontró con su ahora exmujer, seguidora de la U. Y, lejos de encontrar consuelo, chocó de frente con una burla. “Llego a la casa y mi exseñora es de la U. Y me dice, ‘oye, pensé que estaban jugando tenis”, confiesa Paredes, en un dialogo con Johnny Herrera, en TNT Sports.
El exguardameta encarna el lado feliz de esa jornada: defendió el pórtico estudiantil, inmaculado en esa oportunidad. En la relajada conversación, se da por enterado de la particularidad en el vínculo familiar del artillero albo.
“Una semana enojados”, bromea Paredes, respecto de las consecuencias de la ocurrencia. “No salí como en un mes”, complementa, respecto de cómo afrontó uno de los golpes más duros que sufrió durante su carrera.
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