Si la situación ya era complicada para Colo Colo con la desventaja inicial, a dos minutos del término del primer tiempo, el panorama empeoró para el Cacique. Después de intentar un disparo al arco, el delantero Esteban Paredes sufrió una molestia en el abductor de la pierna izquierda. La señal para el cuerpo médico de los albos era clara. El Tanque ya no podía seguir dentro del campo y, con la experiencia de los años que suma en el fútbol, también la entendió claramente.
Aunque la magnitud de la lesión se determinará cuando el delantero de 38 años sea sometido a las respectivas revisiones médicas, lo que seguramente acontecerá a comienzos de la próxima semana, la posibilidad de que se trate de un desgarro es concreta. La zona es la que obliga a los albos a mantener bajo permanentes cuidados al delantero.
Ante la emergencia, Mario Salas debió recurrir a Javier Parraguez para no alterar el dibujo táctico y potenciar en alguna medida del ataque de Colo Colo.