Esteban Paredes (39 años) se excusa por el retraso en atender la llamada de La Tercera. El goleador histórico del fútbol chileno, título que tambaleó por un sorpresivo anuncio del cual la ANFP se tuvo que desdecir, explica que se tiene que desdoblar. Por las mañanas entrena y en el resto del día debe repartirse entre sus obligaciones como capitán de Colo Colo, como padre y como dueño de San Antonio Unido, su flamante emprendimiento. “Lo que está sucediendo con la pandemia y con Colo Colo, con el plantel en general, no ha sido fácil, pero sí hemos estado pendientes del círculo de las familias del plantel. Está difícil, pero sería bueno ya empezar a entrenar, para prepararnos de buena forma para lo que viene”.
¿Ve posible que el fútbol vuelva el 31 de julio?
Yo creo que no, que es difícil. El jugador profesional debe tener entre cuatro y seis semanas de entrenamiento, por todo lo que se relaciona con las lesiones. Yo creo que vamos a volver en agosto. Fecha, no sé.
¿Están las condiciones para jugar fútbol?
No, pero ya de a poco vamos a tener que ir abriendo algunas cosas. El país tiene que empezar a reinventarse. Hay mucha gente que está cesante hoy en día, mucha gente que necesita trabajar para sus familias. No solo vuelven los jugadores. Hay mucha gente que trabaja en los estadios. Sería bueno para todos.
¿Votará en el plebiscito constitucional?
Yo creo.
Porque a través de las redes sociales, sobre todo, usted fue un activo participante del estallido de octubre.
Sería bonito. Sería bueno para tener un cambio que, creo, lo necesitamos. La gente lo necesita. Para que haya un Chile más justo, que es lo que todos queremos.
¿Ha vuelto a hablar con Aníbal Mosa?
No. No he tenido mayor relación con él. No hemos hablado hace mucho tiempo.
¿Hace cuánto que no hablan?
(Piensa) Yo creo que dos meses. Puede ser. Por ahí.
¿Le parece normal que el capitán de Colo Colo y el presidente de Blanco y Negro no se hablen hace dos meses?
Son dos escenarios diferentes. Lo dije anteriormente, la dirigencia estaba en su derecho con lo del descuento. Y nosotros teníamos otra posición. No se llegó a buen puerto, pero ya pasó hace mucho y hoy lo que tenemos que hacer es tratar de cuidarnos y entrenar bien. Igual debe haber un cambio desde las dos partes para que nos llevemos bien.
Usted era muy cercano a Mosa, ¿se rompió ese vínculo?
Es que no hemos vuelto a hablar. Hay dos posturas diferentes. Él defiende la suya y nosotros, como plantel, la nuestra. Se va tener que hablar en su momento, se van a tener que decir las cosas como son, siempre con respeto. Así fue durante toda la negociación. Ahí veremos si la relación se hace más fuerte o se quiebra definitivamente.
Ustedes van a tener que seguir jugando por el club, esté bien o mal la relación con Blanco y Negro.
Sí, obvio. Más allá de que los dirigentes y los jugadores se hayan distanciado un poco, eso no quiere decir que no nos vayamos a seguir jugando enteros por Colo Colo. Que no les quepa duda. Vamos a volver y vamos a querer ganar, clasificar a la segunda ronda de la Libertadores, vamos a tratar de pillar a Católica. Eso lo tenemos claro como plantel. Tenemos claro lo que somos, la camiseta que estamos defendiendo.
¿Y con Harold Mayne-Nicholls hay comunicación?
No he vuelto a hablar con él, pero no hay rencor. Nosotros tenemos que velar por Colo Colo, por la camiseta.
¿Le parece que el estilo de gestión de Mosa cambió desde que Mayne-Nicholls llega a Colo Colo?
Antes Aníbal se metía aún más en las negociaciones y creo que cuando llegó Harold se desvinculó un poquito de ese trabajo y se lo dejó a él. Está en su derecho de ponerlo.
Borghi dice que Harold se interpone en las funciones de Marcelo Espina como director deportivo, ¿es así?
No lo veo así. Ambos tienen su trabajo, su forma de ser. No creo que influya en las decisiones que toma Marcelo. Son dos trabajos diferentes. Marcelo tiene que preocuparse de hablar con el técnico y con los jugadores. Y Harold, de velar por el club, en su calidad de dirigente.
¿Sigue creyendo que terminará su carrera jugando en Colo Colo?
Sí, voy a terminar en Colo Colo. Me queda este año y trataré de hacerlo de la mejor forma, como siempre. Daré la vida si me toca jugar. Y si no, apoyaré desde afuera. Como siempre.
En el último tiempo, su postura ha sido más conciliadora, ¿por qué?
Es lo mejor para que en el tiempo pueda haber una buena convivencia. Para que se puedan decir las cosas a la cara, como se tienen que decir. Y de ahí trabajar en conjunto para que a Colo Colo lo tengamos en lo más alto, por su gente, por su hinchada. Por todo lo que conlleva estar en Colo Colo.
¿Sigue pensando que en Colo Colo hay una mala administración?
Eso es la realidad. Lo que se está viviendo, lo que está pasando. Es una etapa muy difícil. Como jugadores, trataremos de hacer lo mejor posible y ellos, como dirigentes, tienen que hacer lo mismo para que el club no se vuelva a involucrar en lo que está pasando.
¿Quién sale más dañado de todo esto? ¿Los jugadores, los dirigentes, el club?
El tiempo lo va a decir. No podría decir si nosotros o el club. Va a pasar el tiempo y nos vamos a dar cuenta de qué hicimos mal, qué hicimos bien.
En la U el acuerdo fue más rápido.
Así es. Pero bueno. Son clubes diferentes, administraciones diferentes, con presidentes diferentes. Lamentablemente acá no se llegó a buen puerto.
¿Esta fue una de las desilusiones más grandes de su carrera?
¿En qué sentido?
En el sentido de verse envuelto en una situación que no tiene nada que ver con lo futbolístico.
No. No creo que sea así. Acá somos un plantel de 25 ó 26 jugadores en el cual todos decidimos ir por lo que todos conocen. Por eso me siento orgulloso de mis compañeros. Salimos muy bien parados, porque nunca un compañero desistió. Nunca nadie salió diciendo que se iba a arreglar solo. Esos son los planteles que después consiguen cosas, porque se hacen más fuertes aún.
Para los hinchas tampoco ha resultado cómoda esta situación ¿Cómo ha percibido la opinión de ellos?
Es verdad. Es duro para ellos, pero me quedo con la tranquilidad de que siempre que he jugado por Colo Colo he tratado de dar todo. Hay mucha gente que me quiere y otra que también me odia, pero eso va a ser así siempre. A todos no les vamos a caer bien. Me quedo obviamente con la gente que me sigue, que me quiere, que me pide en la calle una foto o un saludo.
¿Ninguna autocrítica?
El tiempo lo va a definir mejor. Ahora puedo decir que hubo un error en el tiempo. A lo mejor esperamos mucho en dar un porcentaje. Después decidimos darlo y no se llegó a acuerdo. A lo mejor unos días antes pudimos haber llegado a un buen acuerdo. O no, quién sabe.
¿Cómo está su relación con Marcelo Espina?
Bien. Cuando tengo que hablar con él, no hay mayor problema. Cuando hay que decir las cosas, es de frente, en una oficina. Por el bien de Colo Colo.
Lo sacamos de Colo Colo y lo metemos en su otro club, San Antonio Unido. ¿Cómo ha sido esa experiencia como dueño?
Es un proyecto que tenía hace mucho rato. Ahí hay una dirigencia que está al mando. Esperemos que sea un lindo proyecto, para tratar de llevarlo a Primera División. Participo un poco de todo. Trato de aprender, más que nada, de escuchar. Está bien encaminado. La pandemia nos dio un poco más de tiempo para trabajar y para ver sponsors o la camiseta. Pero trataremos de subir lo antes posible. Es un lindo desafío. Serán meses de adaptación.
¿Jugaría por San Antonio Unido? ¿Con Chupete Suazo, quizás?
A Chupete lo admiro mucho. Fuimos compañeros. Sabemos lo que es como jugador. Como persona también es agradable. El tiempo lo dirá. Si bien me quiero retirar en Colo Colo, vamos a ver cómo se termina físicamente la temporada, y mentalmente, para ver si sigo jugando. No descarto nada hoy en día.
¿Le gustaría llegar a la ANFP transformado en dirigente?
No lo sé. Hoy no podría decirlo. Quiero ir aprendiendo, ir paso a paso primero. Después, si tocara la posibilidad, se conversará, se verá. Pero lo primero que me compete es Colo Colo. Después, cuando termine de jugar, veré qué es lo mejor para mí y para mi familia.
¿Qué le faltó a Mario Salas en Colo Colo?
Siento que él es una gran persona, un buen técnico. En Católica, claro, le fue bien, pero Colo Colo es totalmente diferente. Es un club muy grande, que tiene otras cosas que los otros no tienen. Tienes mucha más presión. No ganas tres o cuatro partidos y quieren despedir al técnico. Siempre ha sido así. No sé si no lo esperaron demasiado. Él quería seguir, quería ser campeón con Colo Colo. Es un tipo de convicciones muy altas. Después vino lo que sucedió.
¿Qué le faltó para haberse consagrado como en la UC?
Que ganáramos. No se pudo. No nos fue como queríamos, como él quería.
¿Se llevaban bien o mal?
Nos llevábamos bien. Hablábamos tres veces en la semana. Uno obviamente quiere jugar y por ahí tiene el derecho de enojarse, pero más allá de eso, nunca hubo una discusión, nunca le levanté la voz. Me quedo con la tranquilidad de que todo lo que nos dijimos fue a la cara, siendo respetuosos, siendo honestos entre nosotros.
¿Le quedó algo pendiente en su carrera?
Todavía estoy a tiempo de poder llegar a la final de la Libertadores. He tratado todo el tiempo de estar a la altura de Colo Colo. Jugué Libertadores, Sudamericana, fui campeón. No me quedo con la sensación de que haya faltado algo más.
En esta pandemia, mostró su lado solidario. Incluso, salió a repartir comida.
Uno vive en una burbuja. Estuve en terreno con mucha gente que lo está pasando muy mal. Y darle una alegría, una sonrisa a un niño, a un adulto, llevarles algo para comer es lo más lindo que me ha tocado hacer o vivir.
Cerro Navia, su comuna, ha sido una de las más golpeadas por el coronavirus, ¿por qué?
La gente no se cuida, sale mucho, pero también hay mucha gente que tiene que salir a trabajar por necesidad y a esa gente no le puedes decir que se quede en la casa. Pero sí a la otra, la que sí puede, les digo que se queden, que se cuiden, que lo hagan por sus familias. Que tomen consciencia.
¿Le interesaría ocupar un cargo político?
No me gusta mucho la política, pero no me cierro a nada.
¿Cree que puede producirse un segundo estallido social?
Espero que no. Que el estado busque fórmulas, soluciones para la gente. Conseguir cosas que se pueden pelear en el Congreso para que salgan más rápido. Ojalá que nuestro Presidente tome consciencia de todo esto.
¿Cómo le gustaría que lo recordara la gente?
Como un tipo humilde. Si la gente me pide un saludo, una foto, nunca digo no. A mí me pasó cuando era chico, iba al Monumental y les pedía fotos a los jugadores. Es una alegría, que, aunque sea por 30 segundos, es hermosa. Y que recuerden que di todo por el todo por Colo Colo.