Novak Djokovic consiguió inscribirse en la final de Wimbledon después de superar por 6-3, 6-4 y 7-6(4) al italiano Jannik Sinner en las semifinales del Grand Slam que se disputa sobre hierba.
Claro que en el segundo set se dio una particular situación que terminó afectando al serbio. En la disputa de un punto, Sinner envió una respuesta al costado izquierdo del balcánico, quien terminó lanzando un grito prolongado.
Tras ello, el juez de silla frenó la acción para cobrar hindrance. ¿Qué es esto? La sanción de “obstáculo”, en castellano, se debe a que los jugadores no pueden hacer ningún tipo de acción que pueda despistar o perjudicar a su rival. En este caso, fue un grito.
La situación es tan poco frecuente que hasta los relatores de la transmisión oficial quedaron sorprendidos por el cobro. “Esto no lo vi nunca”, expresaron.
Cabe señalar que en los partidos de individuales no se permite hablar durante los puntos y un grito, aunque sea involuntario, puede ser estimado por el juez como algo que entorpece el juego del rival. Esta situación también se da en el dobles, pero con una salvedad. Allí se permite a los compañeros hablar siempre y cuando la pelota vaya hacia ellos.