Marcelo Salas no lo pasa bien. Deportes Temuco sumó una nueva derrota en el Torneo de Primera B y el divorcio con los hinchas es cada vez más profundo. En la caída 0-3 ante San Luis de Quillota, el público pidió la salida del Matador, quien es dueño del club desde 2013, año en que el Pije pudo volver a la segunda categoría del fútbol chileno tras fusionarse con Unión Temuco, el equipo que el exjugador de la U y River Plate había fundado en 2008 y que en esa época militaba en Primera B.
Con este regreso por razones administrativas después de seis años peleando en la Tercera División y la posteriormente creada Segunda Profesional, la institución logró estabilidad económica y poco a poco comenzó a pelear por el ascenso a Primera, lo que consiguieron en 2016 gracias a la gran campaña del elenco comandado por Luis Landeros. Después de dos años en la División de Honor y una histórica participación en Copa Sudamericana, que termina por una eliminación por secretaria ante San Lorenzo, pese a ganar los dos partidos en la cancha, el elenco de la Araucanía retornó a la B.
Durante ese proceso tampoco la relación de Salas con los hinchas fue la mejor y una de las grandes grietas se produjo durante la pandemia, cuando el club decidió enviar a sus jugadores al Seguro de Cesantía, una determinación que provocó un quiebre importante con el plantel. “A nadie le gusta que les bajen los sueldos, pero lamentablemente no hay otra alternativa. Muchas empresas y negocios están cerrados por esta situación”, expresó el exgoleador en ese momento.
Las palabras del presidente del club en ese momento fueron una bomba para el plantel, que le respondió con dureza. “Sale a calentar el ambiente de nuevo mientras nosotros nos estamos esforzando sin ninguna ayuda de ellos, porque nosotros tenemos un objetivo cuando esto vuelva y es pelear el campeonato, aunque psicológicamente vamos a ir perdiendo cada partido por 4-0 y 5-0 gracias al manejo de ellos... Si ya la cagaste deja de hacerlo”, contestó Gastón Cellerino en aquella ocasión.
El año pasado, Salas volvió a tener un cruce con los jugadores, luego de que estos acusaran una serie de problemas administrativos en la víspera de su partido de Copa Chile ante Huachipato. Los futbolistas acusaron “pagos de sueldos atrasados; deudas de los arriendos por parte del club hacia los jugadores; comidas frías y no aptas durante la concentración; deudas de licencias médicas y exámenes a jugadores”.
Después de una reunión el plantel se aclaró rápidamente. No obstante, el timonel del club se desahogó y también salió al paso a los rumores de que su hermana Claudia asumiría la gerencia de la institución tras la salida de Luis Landeros. “Ustedes, en Temuco, tienen un odiosidad hacia la familia Salas. Siento que es terrible. Nosotros hemos ayudado y hemos hecho mucho por el tema, por Temuco. Pero para que se queden tranquilos: Claudia no está pensada para la gerencia. Claudia le ha ayudado a Luis en muchas cosas, pero no estará en la gerencia”, manifestó en aquella ocasión a radio UFRO.
“No pretendo quedarme de por vida en Temuco. Al contrario, tengo otras cosas. Si alguien está interesado en Temuco, tengo oficinas en Temuco y Santiago y me puedo juntar en otra parte. No tengo ningún problema. Temuco era un fierro caliente cuando lo tomé, 600 millones abajo. Hoy se puede deber cualquier cosa que se debe en el mes. Hoy es una institución fuerte, sólida. De las 10 mejores de Chile. Mejor que todas de la Primera B. Es de las más lindas del país. Están hablando mal de la institución, de la señora que les hace la comida todos los día a los niños”, lamentó esa vez, dando cuenta del desgaste de la relación.
Resignación
La mala campaña de Deportes Temuco, que hoy tiene al equipo en el puesto 13, con solo nueve puntos en igual cantidad de partidos, tiene en vilo la continuidad del uruguayo Román Cuello. El técnico llegó a mediados del año pasado a hacerse cargo tras la repentina salida de Juan José Ribera, quien renunció debido a que estaba muy afectado por el fallecimiento de su madre y no había podido llevar el duelo por la pérdida de una manera adecuada.
La campaña del otrora goleador de Rangers, Palestino, Melipilla y Cobresal fue destacada, ya que logró clasificar al equipo a la liguilla por el ascenso. Sin embargo, esta temporada y con un plantel armado por él, los resultados no lo acompañaron. De hecho, es tal la decepción que el propio Marcelo Salas reconoció que se olvidaron de la lucha por el título. “Está claro que no podemos pelear por el campeonato, pero no podemos seguir perdiendo puntos porque debemos meternos en la liguilla, al menos para pelear”, reflexionó en declaraciones que reproduce el sitio Primera B.
Con respecto al futuro del entrenador, el timonel fue claro. “Creo que es clave esta semana y así lo conversamos también. Hay puntos de inflexión; creo que de nueve partidos, perder seis y ganar tres, ya perdimos lo que se pierde en el año para pelear. Entonces, las estadísticas también se van cayendo. Esperaremos esta semana”, anunció, a modo de ultimátum.
En tanto, los hinchas no solo están disconformes con el trabajo del DT, sino también con lo que ha hecho Marcelo Salas. Y el duro cántico que el Matador recibió el fin de semana de parte de los simpatizantes del club es una clara muestra de que la comunión con la gente está cada vez más lejos de ser la óptima.
“Hay muchas cosas que no saben y por eso cantan lo que cantan. Yo dije que no pretendo quedarme acá, estoy cansado hace rato y si hay alguna gente que se haga cargo, yo feliz, ningún problema. Se tienen que hacer cargo del equipo, de las mensualidades, de las divisiones inferiores, del femenino, viajes y de todo lo que hay que hacer”, respondió el legendario goleador, aburrido de los cuestionamientos.