Betis terminó la fase grupal de la Europa League de la misma manera que la empezó: con un triunfo sobre HJK Helsinki de Finlandia. Claro que esta vez fue en su casa, un 3-0 con dos goles de Aitor Ruibal y otro de Nabil Fekir, suficiente para rematar primero en el Grupo C y meterse en los octavos de final del torneo continental.
Y es que el cuadro sevillano mostró su superioridad en la fase grupal desde principio a fin. No importa el plantel que disponga el técnico chileno, ya que la mecánica de juego y la polifuncionalidad de sus jugadores le entrega mucha confianza al DT y a los hinchas.
Una rotación intensa en la que el meta chileno Claudio Bravo vio el partido desde la banca, seguramente con la mente puesta en el derbi del domingo ante el Sevilla de Jorge Sampaoli, un viejo conocido.
Porque el cuadro finlandés nunca pudo encontrar respuesta a la dinámica que propuso la escuadra bética. Un equipo con mucho toque y un gran volumen ofensivo que, al margen del juego colectivo, tiene individualidades desequilibrantes.
Sin ir tan lejos, así llegó la primera conquista de los hispanos. Fue Aitor Ruibal quien se salió del libreto para abrir la cuenta, cuando el reloj no llegaba a los 20 minutos. El catalán inventó una jugada en el borde del área que terminó con un derechazo espectacular para el 1-0.
Una conquista que no hacía más que reflejar lo que ocurría en la cancha del Benito Villamarín. El líder del Grupo C se imponía ante el colista, equipo que solo había podido sumar solo un punto en los cinco duelos anteriores.
El tanto de los hispanos no hizo más que confirmar lo que pasaba en el campo de juego. Lejos de bajar la intensidad, el Betis siguió con la iniciativa para aumentar las cifras.
A los 35 minutos, una notable jugada individual de Rodri terminó en un remate cruzado que se fue un poco ancho del arco visitante. Era un aviso, porque cinco minutos más tarde Ruibal celebró su segunda conquista personal, tras aprovechar un espléndido centro desde la derecha del lateral senegalés Youssouf Sabaly.
Van por más
Pero la jornada estaba para la goleada ante un discreto rival. Así también lo entendió Manuel Pellegrini, quien en el segundo tiempo dispuso el ingreso de su máximo artillero, Borja Iglesias.
La presencia del Panda le dio nuevas variantes al juego de los hispanos que comenzaron a merodear con mayor asiduidad el área del cuadro finés. A los 57 minutos, un remate del goleador fue bien contenido por el arquero Conor Hazard, cuando el oriundo de Santiago de Compostela ya pensaba en el gol.
A los 73 minutos, una buena combinación del delantero con el galo Nabil Fekir -otro de los que ingresó en el segundo tiempo- terminó con la pelota en la red. Sin embargo, fue anulado por la posición ilícita de Iglesias.
En los descuentos, el mismo tándem fue el protagonista de la tercera diana. Esta vez fue el Panda quien habilitó al galo en el contragolpe para terminar la faena invicta.
Con esta nueva victoria, el cuadro hispalense remató primero en el Grupo C con 16 puntos, situación que le permite avanzar directamente a los octavos de final de la competición. Asimismo, se alzó con el mejor rendimiento entre todas las escuadras de la competencia.
La Roma de José Mourinho terminó segunda, tras dar vuelta el partido ante el Ludogorets de Bulgaria, cuadro al que venció 3-1 con dos tantos de penal de Lorenzo Ingeniero y otro de Nicoló Zaniolo, a cinco minutos del final. El cuadro del DT luso deberá eliminarse con uno de los terceros de la Champions League para llegar a octavos de final.