La Calera-Everton (0-4)
La Calera: C. González; V. Retamal, F. Salinas, P. Alvarado, V. Fernández; A. Rodríguez (46', Á. Césped), Y. Andía, F. Saavedra; G. Abán, C. Núñez (71', J.P. Monreal), M. Barbieri. DT: V. Rivero
Everton: C. Toselli; C. Rodríguez, M. Velásquez, C. Suárez, D. Zúñiga; D. Orellana (78', I. Ochoa), B. Rivera, Á. Madrid (64', F. Venegas); J. Cuevas (76', Á. Ramos), P. Rubio, Ó. Salinas. DT: J. Torrente.
Goles: 0-1, 32', Cuevas, de penal; 0-2, 53', Rubio marca a placer tras recoger un rechace dentro del área; 0-3, 67', Orellana define con el exterior de la pierna derecha tras asistencia de Rubio; 0-4, 74', Salinas, con un exquisito derechazo al ángulo.
Árbitro: Eduardo Gamboa. Amonestó a Retamal, Salinas, Alvarado (ULC); y a Rubio (E). Expulsó, con tarjeta roja directa, al técnico de La Calera Víctor Rivero, en el entretiempo.
Estadio. Lucio Fariña. Asistieron 6.000 personas, aproximadamente.
Everton aplastó a La Calera en el Lucio Fariña en un encuentro sorprendentemente plácido para los hombres de Torrente e iguala provisionalmente a puntos con Curicó en su lucha por eludir el descenso. El sueño cementero, por su parte, se desvanece lentamente.
Apenas diez minutos le duró el empuje inicial al dueño de casa, que dependió en exceso de la insistencia de Abán, apareciendo indistintamente por ambos costados, para generar peligro real sobre el arco de Toselli. Pero una vez superadas las urgencias iniciales, Everton se desató.
La movilidad de Cuevas en la punta de ataque del cuadro viñamarino comenzó a descoser el entramado –por otra parte bastante endeble- del equipo cementero. Y Patricio Rubio hizo el resto. No fue, quizás, el mejor partido del ex delantero de la U (autor de cuatro goles a Colo Colo en el último compromiso liguero), pero seguramente sí uno de los más inteligentes. El ariete, un incordio constante para la zaga calerana, se inventó un penal para que Cuevas abriera la cuenta en el 32, dejó a su adversario sin técnico para el complemento (Rivero se marchó expulsado tras un duro entrevero con el jugador en el entretiempo), firmó el segundo tanto de su equipo y asistió en el tercero. Vayamos por partes.
Corría el ecuador del primer tiempo en el Lucio Fariña y Everton se encontraba en plena efervescencia futbolística. Tres llegadas claras acumularon los pupilos de Torrente en un lapso de cinco minutos. Y en las tres acciones terminaron reclamando penal. Gamboa, que había desestimado las dos primeras, acabó cobrando la tercera, en honor a la verdad la que menos lo parecía, una caída de Rubio en presencia de Salinas tras un contacto más bien tenue. El zurdado inapelable de Cuevas desde los doce pasos significó el 0-1.
Con ventaja visitante llegó la mejor oportunidad para el conjunto local, en un remate Andía que fue repelido por el poste. Fue la única vez que La Calera semejó estar cerca de rescatar algo positivo del duelo. Porque con la llegada del complemento todo cambió. Con Rivero viendo ya el choque desde la tribuna, el Pato Rubio anotó el segundo para su necesitado equipo, el undécimo en su cuenta personal. Y los cementeros hincaron la rodilla.
Con todo a su favor, incluido, claro, el marcador, Everton sepultó a su adversario gustándose, y Orellana, primero, a pase de Rubio, y Salinas minutos más tarde, con un maravilloso remate al ángulo, certificaron la goleada. Una goleada que refuerza la autoestima de la escuadra oro y cielo y que arrebata a La Calera tres puntos fundamentales en su pelea por la cima. Y quién sabe si también la licencia para soñar.