Everton borró de la Copa Chile a una frágil Universidad Católica y, de paso, puso un manto de dudas sobre Gustavo Poyet. Los cruzados cayeron por 0-2 ante los ruleteros y, tras el 0-0 de la ida, se quedaron fuera del certamen en los octavos de final. El DT registró así su primer fracaso desde que arribó a la banca del tricampeón del fútbol nacional, justo antes del duelo ante Palmeiras, por los octavos de final de la Copa Libertadores.

Los viñamarinos, a diferencia del encuentro del miércoles en la Quinta Región en el que los dos equipos mostraron poco en ofensiva, mostraron sus armas desde el arranque, dañando de entrada a su oponente. El cronómetro marcaba apenas los 5′ cuando, tras una jugada colectiva, Juan Cuevas levantó un centro desde la derecha que se desvió en Valber Huerta y le quedó servido a Maximiliano Cerato, quien, sin ángulo, definió rasante entre los pies del portero Vicente Bernedo para adelantar a la visita. Una sorpresa que se justificaría con el paso de los minutos.

Cerato marca el 0-1 ante la UC. FOTO: Agencia Uno.

La apertura de la cuenta estuvo lejos de hacer reaccionar a los dueños de casa, que se vieron desesperados y sin ideas. Los precordilleranos cometieron falta tras falta para evitar los avances de un equipo visitante que se notó más cómodo en el primer lapso, ante un cuadro local que nuevamente exhibió problemas con una línea de tres en el fondo y que no generó peligro cerca del área de su adversario. Fernando Zampedri, la principal carta, se vio desasistido y poco pudo hacer, pese a luchar cada pelota.

Lo cierto es que los forasteros fueron muy superiores a la escuadra que dirige el uruguayo Poyet, que no logró encontrarse antes del descanso. De hecho, los de Roberto Sensini impusieron el ritmo del cotejo y complicaron constantemente a la defensa cruzada gracias a la habilidad de Cerato y Cuevas. El segundo de los Oro y Cielo era cuestión de tiempo, pues los de Las Condes presentaron demasiadas falencias en su zaga y, de no ser por dos buenas intervenciones de Bernedo, una a Cerato en un tiro libre y otra a Matías Campos López, pudieron perfectamente irse al descanso cayendo por goleada.

Pero solo se fue 0-2 al entretiempo. Algo que no fue tan negativo para la UC por cómo se dio el compromiso, pero que sí fue poco premio para un conjunto ruletero que manejó las acciones y se creó más chances. En los 32′, Rodrigo Echeverría conectó un cabezazo tras un tiro de esquina desde la derecha e hizo festejar otra vez a los suyos, que supieron traducir en goles su correcto juego.

Echeverría festeja tras anotar el 0-2 de Everton ante la UC. FOTO: Agencia Uno.

Un reorden sin efectos positivos

Poyet apostó por tres modificaciones para el complemento. Ingresaron Francisco Silva, Raimundo Rebolledo y Juan Leiva, mientras que Luciano Aued, Carlos Salomón y Diego Buonanotte, de bajo partido, se retiraron del campo. Y, en un principio, parecía que los cambios le resultaron, porque sus pupilos comenzaron a apropiarse del balón y a aproximarse más al arco contrario. Sin embargo, siguieron careciendo de profundidad, ante un oponente que retrocedió con solidez con la intención de cuidar el marcador.

Los cruzados hicieron esfuerzos para lograr, al menos, el descuento. Pero con un nivel muy por lo bajo al que mostraron, en ocasiones, en la primera parte del año. Zampedri rozó el descuento en los 75′, luego de un centro desde la izquierda de Alfonso Parot. No obstante, el argentino no pudo darle precisión a su testazo.

El 0-2, al final, se ajustó a lo que se vivió este sábado en San Carlos de Apoquindo. Un Everton superior en todas sus líneas, ante un conjunto cruzado de nula reacción. La UC registró su primera eliminación en la era Poyet, frente a un equipo que le generó varios dolores de cabeza. Otra vez, el estilo y las apuestas del DT se llenan de cuestionamientos, justo antes del retorno de su escuadra a la Libertadores. El uruguayo, al parecer, está más preocupado de agredir a periodistas en conferencia de prensa en lugar de a sus rivales en la cancha.

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